David Ortiz: “Ya hice lo que tenía que hacer para Cooperstown, estoy relax”
En noviembre próximo, el nombre de David Ortiz aparecerá por primera vez en las boletas de los escritores que escogen a los miembros del Salón de la Fama. Dentro de un año se sabrá si es escogido para la clase de 2022.
Su grueso expediente, construido en 20 temporadas novelescas repletas de hazañas, augura enormes posibilidades de ser escogido en primera ronda, amén de que solo jugó defensa en el 12% de sus 2,408 partidos. Línea ofensiva de .286/.380/.552, 541 cuadrangulares, 632 dobles, 1768 carreras impulsadas y 55,3 victorias sobre jugador reemplazo. A eso se le agregan tres títulos de Serie Mundial, 10 apariciones en Juego de Estrellas y siete Bates de Plata.
“¿Nervios? No, los nervios míos eran cuando yo estaba en el terreno (risas). Yo estoy relax, ya yo hice lo que tenía que hacer, ahora que se la jueguen ellos (los votantes), tú me entiendes. Literalmente, tú sabes que tú haces tus diligencias mientras tú juegas, tú tratas de, cuando te dan la oportunidad aprovecharla”, dijo Ortiz en visita a DL.
David es directo, cuatro años después de su último partido su amor por el juego y compromisos con la cadena Fox como comentarista y asesor de los Medias Rojas le obligan a mantenerse al día.
“A decir verdad, Cooperstown es lo máximo, es el tope, es donde… yo no creo que todos los jugadores sueñen con ir a Cooperstown por lo difícil que es entrar, la mayoría de jugadores sí soñamos con tener una carrera linda, sabes, podamos jugar en la grande por lo menos diez años, darle un estilo de vida a tu familia y después de toda esa vaina es que viene tú pensar en Cooperstown”, dice el Big Papi.
“Sí, porque es que Cooperstown, viejo, oye, el béisbol tiene más de 100 años y cuántos (miembros) tiene. Dominicanos solo tenemos tres, de todos los años y jugadores buenos que han pasado por aquí, ¿me entiendes?, de la época de los 90 y los 2000 ahora vamos a tener un par más, pero no es fácil entrar a Cooperstown”, insiste Ortiz, Jugador Más Valioso en dos Series Mundiales (2004 y 2013).
La elección de Edgar Martínez como bateador designado en la clase de 2019 es un punto de referencia para colocar las opciones de Ortiz como designado. El boricua fue elegido en su última oportunidad, pero su carrera no tuvo los adornos del escogidista.
“Entiendo que puse buenos números, hice todo lo que un jugador quisiera hacer durante su estadía, liderar, producir, ayudar, cero distracción, cero problemas, cero dolor de cabeza a la organización a la que pertenece, yo ese paquete lo armé… sin darme cuenta, pero lo armé”, opina.
Sin embargo, aclara que no es un tema que lo obsesiona. “Pero en el caso hipotético mío, literalmente te voy a decir que a mí no me quita el sueño eso, yo toco el tema de Cooperstown cuando personalidades como ustedes lo traen a la mesa”, dice Ortiz.
Ortiz hizo una fortuna de US$159 millones en salarios y todavía hoy es una manufactura de dólares con acuerdos publicitarios. Defiende como el que más el pago a sus colegas, pero entiende que el dinero que se paga hoy puede reducir el número de inmortales en el futuro.
“Entiendo que en lo adelante, con todo y el talento que hay en Grandes Ligas ahora mismo van a entrar menos (al Salón de la Fama). Claro viejo, porque es que te digo la verdad. Hay una vaina que se llama tú mantenerte rabioso y otra que es cuando te quitan el hambre. ¡Pero ven acá! Si a mí a los 20 años me dan 300 millones de dólares a los 32 qué hambre yo voy a tener. Eso influye mucho en el juego, aunque ustedes no lo crean, encima de que ya tú ves el manejo de los equipos de Grandes Ligas con los jugadores nuevos ahora que quieren que los muchachos estén en Grandes Ligas a los 18 años”, opinó.
“Entonces, ¿qué pasa? En el ser humano existe una madurez que empieza después de los 30 años. Un chamaco que tú sabes que la gran mayoría de nosotros no venimos dique de una familia que nos dirige, que nos dice ‘es por aquí la vaina, es por allí’, tú le metes fama y dinero a la edad, supónte tú, de los 19 años, estos chamaquitos son millonarios ahora a los 16 años cuando lo firman, ¿entiendes?, entre esos cuatro años, los que se cogen cuatro, porque estoy viendo que están subiendo de 19, 20 como demasiado, vienen, el que le añaden un poco de ñoñería, ya depende de la mentalidad del muchacho en esa transición, entonces después de ahí viene, ‘tú sabe qué, lo que te dimos hace cuatro años, vuelvo y repito, no me confundan que yo no estoy en contra de eso, para mí a los peloteros que le den todos los cuartos del mundo, yo lo que te estoy hablando es de una carrera que para que tú suenes en Cooperstown tienes que jugar mínimo 16 años consistente, 16 años de consistencia, de meter mano”, dijo Ortiz.
Sobre el cambio de actitud
“Cuando llegué a los 30 años dije ‘espérate, yo tengo que cambiar algo para jugar hasta los 40, pero yo todavía tenía hambre, yo quería seguir buscándome cuartos porque a mí no fue que me dieron todo esos cuartos al principio, el hambre estaba ahí, pero muchas veces cuando tienes 300 millones de dólares en el banco y tienes 32 años ya tú entiendes que ha jugado pelota toda tu vida, yo me voy a cero milla, que es la pobre decisión que toman muchos de los muchachos. Por eso es que yo entiendo que cuando tú en los próximos 20 años cuando vayas a hablar de números de un tipo que lo tenga para poder pertenecer a Cooperstown se te va a dificultar, no porque a lo mejor ellos no lo vean de ese punto de vista, sino por lo que el juego está arrastrando en lo adelante. Pero en el caso hipotético mío, literalmente te voy a decir que a mí no me quita el sueño eso, yo toco el tema de Cooperstown cuando personalidades como ustedes lo traen a la mesa. Ahora que la gente sabe que voy a entrar a la boleto me imagino que me van a tocar el tema más.