Un torneo tan atípico sin despidos de dirigentes
Jugar un torneo atípico limitado a 30 partidos, con serie semifinal cruzada y sin fanático presionando en las gradas dio lugar a un hecho poco habitual en la pelota. Los equipos no despidieron dirigentes.
El Licey arrancó con el venezolano Luis Sojo con marca de 3-1, pero este se infectó del coronavirus y perdió casi tres semanas con el conjunto jugando para 4-7. A su regreso el 10 de diciembre iba para 7-8 y no pudo remontar.
El Escogido llegó hasta el mini playoffs con el estadounidense Dave Jauss. Las Estrellas mantuvieron al bolivariano José Alguacil, que cayó en semifinal, al igual que los Toros al boricua Lino Rivera. Es la segunda campaña al hilo que los romanenses no hacen sustituciones.
En la final han llegado el colombiano Luis Urueta (Gigantes) y el único dominicano al mando, Félix Fermín con las Águilas.
Desde la temporada 1998-99 el cuadro técnico que abría la campaña no concluía sin que hubiese al menos un despido o renuncia de un capataz. NPN