Sociedades médicas piden acciones para frenar la cuarta ola del COVID-19
El incremento de los casos de COVID-19 en República Dominicana ha motivado que distintos sectores médicos demanden de las autoridades de salud nuevas acciones para frenar los contagios, los que entienden están relacionados con las clases presenciales que comenzaron desde el pasado 20 de septiembre.
Ayer la presidenta de la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, Evangelina Soler, planteó la necesidad de que se ordene un cese durante 14 días de las clases presenciales en todo el país.
“Para evitar posteriormente aumentos de casos, se debe frenar por dos semanas la presencialidad desde inicial a básica, en el entendido de que el número de casos que se registra a partir de finales de agosto y luego de las clases presenciales (que empezaron) a mediados de septiembre, se han visto en la población adulta que, a su vez, suele relacionar que se ha infectado dentro de la esfera familiar y que son dos y tres y luego de episodios que comenzaron con los más pequeños”, indicó.
Con la misma idea de que la expansión del coronavirus actualmente está relacionada con las clases en las escuelas, el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, recomendó al Gobierno volver a establecer el toque de queda de forma general y que proceda a la vacunación en niños de entre 5 y 11 años.
“Las recomendaciones al Gobierno es que, si el rebrote continúa, que retome el toque de queda y que comience a vacunar ya a los niños, ¿qué están esperando para vacunar a niños de entre 5 y 11 años? Eso es crónica de una muerte anunciada, pues todo el mundo sabe que van a vacunar a los niños”, recalcó Ariel Suero.
El presidente del gremio médico entiende que los niños han sido parte de las razones por las que el país vive una nueva ola de COVID-19.
“El que las escuelas estén abiertas es parte de problema. Son más de dos millones de personas juntas, en aulas pequeñas con 40 muchachos. Ahí no hay distanciamiento”, dijo.
El miércoles el Ministerio de Salud Pública informó que la positividad en las escuelas ha sido mínima, por debajo de un 2 %, contando apenas unos 103 maestros y 67 estudiantes contagiados en todo el país desde que iniciaron las clases presenciales el pasado 20 de septiembre.
Las autoridades de salud descartan que las clases tengan algo que ver en la situación actual del COVID-19, enfermedad de la que ayer se reportaron 1,102 nuevos de contagios, mientras la positividad sigue en aumento, colocándose en 11.90 %.
En la que ya ha sido calificada como la cuarta ola desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020, también se mantiene una tendencia al alza en la ocupación hospitalaria y en las unidades de cuidados intensivos (UCI) que ayer se encontraban en un 43 %.
La neumóloga Evangelina Soler estima en más de un 30 % el aumento en el flujo de pacientes que están recibiendo en las consultas por afección gripal o sospecha de COVID-19 en la actualidad. Lo compara con la merma de los casos que se evidenció hasta finales de agosto en el país.
Cuestionada sobre los datos de Salud Pública que apuntan a una baja incidencia en las escuelas, la neumóloga lo explica en la probabilidad de que en los más pequeños, al no tener una sintomatología importante, suelen pasar la infección más desapercibida. “Infectan a los adultos, éstos dan positivo y, cuando se hace la prueba a los más pequeños, ya están negativos”, explicó Soler que insiste en que parar las clases presenciales por dos semanas ayudará a cortar el contagio. Recuerda que a diferencia del Ministerio de Salud que trabaja con cifras, ellos trabajan directamente con los pacientes y su historial.
Sin embargo, la presidente de la Sociedad de Neumología se opuso a la propuesta de Ariel Suero respecto a un nuevo toque de queda, por entender que el país ya no puede volver atrás, sino insistir en la vacuna.
Al tema se refirió también el infectólogo Clemente Terrero que consideró necesario que se cierren aquellos centros educativos en los que ocurran casos, y que se proceda a vacunar a los niños.
“Es una necesidad de protección a esa población vulnerable que, en estos momentos ha entrado en las clases presenciales y eso significa aglomeración de personas y, si tenemos ese medio (la vacuna), debemos utilizarlo, porque esa medicina puede proteger a los adultos, en la medida que vacunemos a los niños, y también evitamos que los niños puedan padecer de enfermedades graves”, declaró.
COVID-19 y dengue en el Robert Reid
El repunte de los contagios de coronavirus que vive República Dominicana se deja sentir en la población infantil. De acuerdo con el director del hospital Robert Reid Cabral, Clemente Terrero, los ingresos de menores por COVID-19 se han duplicado en los últimos días y a la fecha tiene ocho pacientes ingresados. Esa cifra es el doble de los tres y cuatro casos que anteriormente solían ingresar en ese centro fuera de los picos de las olas de la enfermedad que se han sucedido en el país. Terrero indicó que todos los niños, en su mayoría preadolescentes, están estables sin episodios de gravedad. También señaló que en la actualidad hay 13 menores de edad, de los 5 años en adelante, ingresados en ese centro de salud por dengue. Indicó que a diario aparecen entre dos y tres casos de niños con esa enfermedad de la que, hasta la semana epidemiológica 39 (última en el boletín que publica el Ministerio de Salud Pública) se reportan 1,870 casos de infección y 16 defunciones a nivel general.
El impuso que tuvo la vacunación contra el COVID-19, motivado en la exigencia de una tarjeta para acceder a establecimientos públicos, empezó a desplomarse en el transcurso de esta semana.
La gran cantidad de personas que se veía la semana pasada empieza a desvanecerse y los centros de vacunación vuelven a tener una afluencia similar a días anteriores a la emisión de la resolución 000048 del Ministerio de Salud Pública.
Con dicha resolución, emitida el 8 de octubre y puesta en vigencia el día 18 del mismo mes, se estableció que los ciudadanos deben presentar una tarjeta de vacunación con al menos dos dosis de la vacuna anticovid, como requisito para entrar a establecimientos públicos o privados de uso público y al transporte.
La medida, que empezó a aplicarse con flexibilidad, permitiéndose que las personas que no cuenten con la tarjeta pudieran acceder a algunos lugares solo con la advertencia de que debían ponerse la vacuna, logró motivar a que cientos acudieran a vacunarse, sea con la primera dosis o con la segunda en los casos de personas que habían desistido de completar su esquema.
El impuso fue tal que, solo el martes 19 de octubre, 127,628 personas se inocularon en el país, de las que 76,645 correspondieron a primera dosis. Sin embargo, para el pasado martes 26 de octubre los que fueron a vacunarse sumaron 50,723, un descenso de más de 76,000.
El personal de Salud que asiste en el puesto de vacunación que funciona en el hospital Santo Socorro explica que de más de 400 personas por día que veían en la semana anterior, solo en el turno de la mañana, ahora apenas ven a unos 120.
Otro de estos puestos, el que funciona en el Centro Olímpico, muestra un panorama similar. Ya las gradas que la semana pasada estaban casi repletas de personas a espera de turno para inocularse, ahora se ven vacías.