Haití sigue a media marcha debido a la falta de combustible
Haití solo ha recuperado parcialmente la actividad este jueves una vez finalizada la huelga de tres días secundada a nivel nacional, ya que persiste la escasez de combustible, imprescindible para generar energía eléctrica en negocios, instituciones y hospitales.
La Policía Nacional de Haití anunció que en esta jornada comenzaría el reparto de carburante, pero en Puerto Príncipe las estaciones de venta de gasolina continúan cerradas y el tráfico rodado es solo una parte de lo habitual.
Algunos hospitales que se encuentran en una situación muy apremiante por la falta de energía en sus instalaciones comenzarán a recibir combustible en las próximas horas.
El proveedor local de Unicef prevé entregar carburante a tres centros, el Hospital La Paix, al Hospital de la Universidad Estatal de Haití y al Centro de Ambulancias, que recibirán 2,000 galones cada uno, según dijo a Efe un portavoz de la organización.
En la tarea de distribuir el combustible, la Policía haitiana contará con el apoyo de Estados Unidos, según anunció el miércoles la Casa Blanca, aunque sin ofrecer detalles de cómo o cuándo hará efectiva esa ayuda para llevar a cabo la distribución.
“En lo que estamos trabajando, nuestro objetivo ahora es apoyar a la Policía Nacional de Haití. Lo que estamos intentando hacer es asegurar corredores de transporte para permitir la entrega de combustible”, dijo a portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La banda armada G9 Fanmi e Alye ha estado impidiendo la distribución de combustible, asaltando a los proveedores o bloqueando los accesos a las terminales de carga, y utiliza esta táctica para extorsionar al Gobierno, exigiendo la dimisión del primer ministro, Ariel Henry.
Estos grupos armados controlan extensos territorios del área metropolitana de Puerto Príncipe, impidiendo el paso de cualquier mercancía, no solo carburante.
La acción de las bandas siguen causando problemas en la distribución de ayuda humanitaria en la zona sur del país, la más afectada por el terremoto del pasado agosto, en el que murieron 2,200 personas.
Cáritas “se ha visto obligada a paralizar sus proyectos en Haití” esta semana por la falta de combustible, el bloqueo de las rutas y la inseguridad, de modo que “todos los empleados están en casa hasta nueva orden”, dijo a Efe el representante de la organización para Haití y República Dominicana, Juan Manuel Díaz Parrondo.