Lindor en los Mets: ‘las sonrisas son contagiosas’
Francisco Lindor no dejó de sonreír durante 40 minutos, fascinado por sumarse a unos Mets de Nueva York agrandados por la inversión de su nuevo dueño Steven Cohen.
“Dicen que quizás las sonrisas son muy contagiosas”, declaró el nuevo torpedero de los Mets. “Estoy viviendo mi sueño. Viviendo la vida que siempre quise, así que tienes muchas razones para sonreír”.
Cleveland traspasó al cuatro veces ‘All-Star’ a Nueva York junto al pitcher Carlos Carrasco la semana pasada a cambio de los infielders Andrés Giménez y Amed Rosario, así como un par de prospectos de ligas menores.
“Lucir la insignia de los Mets es un privilegio y un honor… estoy súper emocionado y ansioso para que la temporada empiece ya. Dios quiera que tenga fanáticos para poder verlos y compartir con ellos’, señaló Lindor en una rueda de prensa desde Florida, luciendo el nuevo gorro de color azul del equipo.
Sobre firmar una extensión de contrato, el astro puertorriqueño subrayó que es algo a lo que no se opone.
“Si ambos encontramos las cosas adecuadas para llegar a un contrato de largo plazo, pues estoy dispuesto. Yo nunca he estado en contra de una extensión. Ya veremos lo que va a pasar”, dijo.
Lindor apuntó que no es partidario de una negociación tras iniciar la pretemporada, ya que prefiere concentrarse en entrenarse y ojalá ganar juegos.
El boricua cobró casi 6,5 millones de dólares prorrateados de un salario de 17,5 millones el año pasado. Se someterá a un arbitraje salarial el próximo mes y podría declararse agente libre tras esta temporada. Su agente, Dave Meter, había tanteado un pacto a largo plazo con los Indios.
“Se conversó y pusimos el mayor esfuerzo por ambas partes’, dijo Lindor.
Pero los Indios acabaron considerando que no podía satisfacer las exigencias de un contrato multianual con el pelotero de 27 años, por lo que decidieron hacer un canje.
Cohen, el multimillonario dueño de un fondo de inversiones, adquirió a los Mets el 6 de noviembre.
Los Mets tuvieron la tercera nómina más alta de las mayores el año pasado, por detrás de los Dodgers de Los Ángeles, campeones de la Serie Mundial, y los Yanquis, sus vecinos.
Durante este invierno, los Mets pactaron con el pitcher abridor Marcus Stroman (18,9 millones y 1 año); con el lesionado pitcher Noah Syndergaard (9,7 millones y 1 año); el relevista derecho Trevor May (15,5 millones y 2 años); y el receptor James McCann (40,6 millones y 4 años).
Aún tendrían en la mira al jardinero George Springer y al segunda base DJ LeMahieu entre los agentes libres.
“Soy uno de los rostros. Es algo que asumo’, dijo Lindor. “Nunca he sido la clase de pelotero que sale a decir: ‘síganme, que yo los voy a llevar al triunfo’. No, siempre he sido una persona que busca que entre todos se consiga lo que queremos. Y eso es lo que yo aporto. Y es lo que voy a aportar. Voy a llegar con mi actitud de siempre: ‘Gente, busquemos hacerlo juntos. Sé que tienen algo bueno. Nada más quiero hacer esa pieza pequeña de ese rompecabezas’’.
En Nueva York, Lindor se encuentra en una situación bastante similar a la jardinero Mookie Betts, transferido de Boston a los Dodgers previo a la pasada campaña y con apenas un año de control para el club. Eventualmente, en julio, Betts y Los Ángeles pactaron por 365 millones y 12 años.
Si Lindor acepta un acuerdo a largo plazo, lo más seguro que será el más caro en la historia de los Mets, excediendo los 138 millones por ocho años con el capitán David Wright entre 2013-20.
Pero Lindor no pensó en el béisbol cuando le preguntaron sobre lo primero qué querrá hacer cuando llegue a Nueva York.
“Pizza”, dijo. “Me encanta la pizza”.