Balonmano aspira a crecer con mejores instalaciones para atletas
Con solo cuatro años al frente de la Federación Dominicana de Balonmano, Miguel Antonio Rivera se siente satisfecho con la labor realizada y muestra optimismo con planes a corto, mediano y largo plazos.
Tiene experiencia de 22 años en la disciplina, que inició a los cinco, como jugador, luego fue dirigente de la selección masculina.
El nativo de Jimaní, como presidente, considera su mayor logro el primer lugar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cali, en la rama femenina, luego de una clasificación de manera invicta.
Bajo su mandato menciona también tener un relevo generacional garantizado en las selecciones juveniles, por haber ubicado a más de 300 atletas entre 16 y 19 años, “con avidez de ascender y ser parte de los seleccionados nacionales”.
También señala como un logro, la formación de los árbitros Jayson Duval y Luis Enrique, “quienes estarán pitando en el clasificatorio para los Panamericanos Juveniles, que se efectuarán en Cali.
Precisa que cuando ascendió a la presidencia del balonmano, había ocho asociaciones en el país y ahora cuentan con 20, pero se trabaja en las 32 y se hacen torneos provinciales y regionales, vitales para la captación de atletas.
Sus planes
Seguir creciendo como institución, captar nuevos talentos, mantener una organización vertical y cumplir con los eventos mandatarios de la cúspide olímpica, son los planes de Rivera, quien aspira tener apoyo del sector empresarial privado, en el suministro de logística para los eventos a nivel nacional.
En ese sentido afirmó que su preocupación no es captar recursos económicos, y aseguró que estaría dispuesto a aceptar que empresarios amigos formen “una especie de patronato”, que administre y garantice los recursos para tener más eventos en el país.
“No queremos dinero, queremos material para trabajar, utilería e instalaciones adecuadas para garantizar que las asociaciones mantengan su ritmo de entrenamientos”, afirmó Rivera.
Como parte de plan figura lograr entrenadores extranjeros que puedan capacitar los locales, lo que considera una garantía de desarrollo.
“Si no tenemos entrenadores no tenemos atletas y si no tenemos atletas, no tenemos torneos y sin torneos, no hay garantía de un crecimiento”, afirmó el dirigente de balonmano.