Solo falta que la culebra salga de su cueva
Así no fue como se pensó, ni se habló, pero en los casos que van a Justicia se está produciendo un desvío como el del Masacre.
Lo que debiera ser un sub, más importante que el producto principal. La melaza mejor que el azúcar, contrario al designio del ingenio.
Está moliendo Consuelo y se esperaba que fuera Haina.
Se suponía que en el trapecio iban a dar volteretas los de entonces y a la red están cayendo los de ahora, contraviniendo las reglas del circo.
El expediente tiene tantas páginas, y empresas, y nombres, como si fuera un tutifrutti, que a los muchachos del colegio les da con cambiar de heladero.
No serían juicios paralelos, como el tribunal y los medios, sino acusaciones paralelas y condenas inmediatas.
No es poner al jinete en apuros, espantando el caballo, sino que caiga en tierra, y de mala manera, que no pueda levantarse.
El propósito es claro: poner a prueba la independencia del ministerio público. Hacerlo actuar contra el Ejecutivo, de manera que se cree una crisis institucional.
El lazo está a la vista, solo falta que la culebra salga de su cueva e intente caminar entre piedras. El lazo es trampa, pero la culebra lo sabe.