Vivir a la intemperie y bajo la lluvia, el desastre que dejó el huracán Iota en la isla de Providencia
Hace veinte días, cuando el huracán Iota destruyó el 98% de la isla colombiana de Providencia, el presidente, Iván Duque, se desplazó hasta allá, hizo su programa de televisión diario desde el Archipiélago de San Andrés, llevó a decenas de funcionarios y prometió que en menos de cien días Providencia estaría reconstruida. La realidad es, de momento, otra y, según denunció la Defensoría del Pueblo, “hay personas que no están en albergues y se encuentran a la intemperie debido a la calidad de los plásticos y carpas que son arrastrados por los vientos”. El Gobierno instaló carpas de campaña para el contingente de funcionarios que llegaron a la isla y entregó 2.000 tiendas de campaña para quienes se quedaron sin casa, pero las lluvias de los últimos días las inundaron y causaron más angustia entre los isleños.