La MLB puede aplicar a Ozuna la mayor pena por violencia contra la mujer
Desde 2015, Grandes Ligas pasó de las palabras a los hechos con el tema de la violencia doméstica al pasar de una política que se quedaba en charlas a una que castiga con dureza el bolsillo e imagen de quien la viole. Marcell Ozuna ha dado argumentos para que con él se aplique la amonestación más severa.
Ozuna, a quien los Bravos pagan US$64,171 diarios entre abril y septiembre y subiría a US$85,671 en 2022, se encontraba al mediodía del sábado en su hogar en el exclusivo Sandy Springs del condado de Fulton en Georgia cuando la policía llegó y lo detuvo mientras estrangulaba a su esposa Génesis (madre de su hija y dos hijos).
El jugador se recupera de una lesión sufrida el miércoles en Boston que le dislocó dos dedos de su mano izquierda y la policía acudió atendiendo una llamada del 911. El jardinero oriundo de Boca Chica (donde tiene importantes negocios) afronta, en la parte legal, una condena que, de encontrarse culpable, lo puede enviar entre tres y 20 años a prisión y perder una fortuna.
Mientras el jugador consulta abogados para diseñar una defensa que le ayude a librarse de la cárcel, en la oficina de la MLB en Nueva York ya abrieron una investigación con unos pronósticos nada halagüeños.
Desde que entró en vigencia la política de violencia doméstica se han aplicado 13 suspensiones, que incluyen a los dominicanos José Reyes (51 juegos y US$7 millones), Jeurys Familia (15 juegos y US$730 mil) y Domingo Germán (81 partidos y US$243 mil).
El referente más reciente es el lanzador Sam Dyson, a quien no importó que fuera agente libre para que en marzo pasado Major League Baseball lo suspendiera por todo 2021 (162 partidos). Una exnovia publicó dos post en Instagram donde lo acusaba de acoso físico y verbal a ella y a su gato.
Peor todavía, tan pronto como el mismo sábado Jeff Passan, uno de los periodistas mejor informados de las Grandes Ligas, reportó en ESPN que los Bravos ya encargaron a su equipo jurídico comenzar a revisar las letras pequeñas del contrato de US$65 millones por cuatro años que dieron a Ozuna en febrero pasado para declararlo “no garantizado”.
¿Alerta?
El 29 de junio pasado Génesis fue detenida por lanzarle al rostro de Marcell una jabonera y el jugador de inmediato acudió a un destacamento de policía en Miami, que tomó la decisión tras una investigación de dos semanas.
Entonces, el pelotero sufrió “pequeña laceración”. Génesis se declaró no culpable, recibió una orden de alejamiento que pronto fue modificada.
El cinco de junio, Génesis, con Marcell en la cama, subió vídeos en Instagram donde trataba de desmentir el incidente, pero el portal TMZ mostró fotos de la ficha de detención.
Génesis y Marcell tienen una fundación nombrada Geymar (por las iniciales de ambos) que realiza entrega de juguetes, alimentos y utilería en Boca Chica y San Pedro de Macorís. De hecho, el pacto más reciente con los Bravos incluye destinar el 1% del pago (US$660,000) a la entidad caritativa.
Así cayó Reyes de los altares
Antes de la campaña de 2016, José Reyes, con 31 años, proyectaba terminar una carrera con perfil de Cooperstown; la fórmula de Bill James pronosticaba 2,691 hits, 601 robos con una línea ofensiva de .291/.341/.435 y 51 victorias sobre jugador reemplazo (WAR).
Pero el 13 de mayo, Grandes Ligas suspendió al entonces torpedero de los Rockies por 51 partidos tras conocer que en la campaña muerta había sido arrestado por la policía de Hawai acusado de haber sostenido por el cuello a su esposa y pegarla de la pared del hotel donde se hospedaban, lo que requirió tratarla en emergencia con lesiones en el cuello y muñeca.
Desde entonces Reyes fue otro pelotero; solo jugó tres campañas coleccionó 234 imparables, 38 robos con una línea de .238/.305/.399 y 0.3 wars.