Los militares golpistas de Malí liberan al presidente y al primer ministro
El presidente de Malí, Bah Ndaw, y el primer ministro, Moctar Ouane, fueron liberados este jueves de madrugada por los militares golpistas que les retenían en un cuartel próximo a la capital del país, Bamako. Así lo han confirmado distintas fuentes militares y un colaborador de Ouane, quien reveló al medio local Studio Tamani que ambos se encontraban ya en sus respectivas residencias. Con esta liberación, el coronel Assimi Goïta, vicepresidente y responsable de la detención de los dos altos cargos, cumple con la primera exigencia de la comunidad internacional.
Durante la tarde del miércoles, el comandante Baba Cissé, portavoz de la Vicepresidencia, informó a los medios de comunicación que tanto Ndaw como Ouane serían liberados “de manera gradual” y añadió que ambos habían presentado su dimisión a los cargos de presidente y primer ministro. Las dos autoridades se encontraban entonces aún retenidas en el cuartel de Kati, a unos 15 kilómetros de Bamako, a donde fueron llevadas por militares a las órdenes de Goïta, quien vuelve a tomar el poder por la fuerza como ya hiciera en el golpe de Estado de agosto del año pasado.
Ndaw y Ouane recibieron el miércoles la visita de una delegación internacional integrada por representantes de la Unión Africana, la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Malí (Minusma) y la Comisión Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), encuentro que fue autorizado por los militares que les retenían. El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó el martes lo acontecido en Malí de “golpe de Estado dentro de un golpe de Estado, algo inaceptable” y anunció que los líderes europeos se disponen a adoptar sanciones contra los responsables, según manifestó en una rueda de prensa posterior a una cumbre europea.
El martes, Goïta hizo público un comunicado en el que acusaba a Ndaw y Ouane de “sabotaje de la transición” y anunciaba su destitución. El vicepresidente aseguró también que ambos altos cargos habían intentado violar la Carta de la Transición pactada tras el golpe de Estado de agosto de 2020 al nombrar un nuevo Gobierno sin haber sido consultado. El lunes, Ouane anunció la composición de su nuevo Ejecutivo y nombraba como ministros de Defensa y Seguridad a dos generales contrarios a los militares golpistas en sustitución de los generales Sadio Camara y Modibo Koné, miembros de la junta militar, lo que desencadenó los acontecimientos.
En un intento de justificar su vuelta al poder, el coronel Goïta también aludió a la “asfixia” que supone para el país la huelga general indefinida que mantiene desde hace días el poderoso sindicato Unión Nacional de Trabajadores de Malí (UNTM), que ha paralizado prácticamente todos los servicios públicos, y aseguró que esta situación podía conducir a la inestabilidad. El sindicato decidió este miércoles suspender la huelga dada la gravedad del contexto político.
Transición
Malí atraviesa un periodo de transición desde que el pasado 18 de agosto, tras meses de manifestaciones lideradas por el M5-RFP, un grupo de oficiales encabezados por Assimi Goïta protagonizara un golpe de Estado que derrocó al entonces presidente Ibrahim Boubacar Keita. La Cedeao puso en marcha un proceso de negociación con los golpistas que desembocó en el nombramiento del coronel retirado Bah Ndaw como nuevo presidente del país para un periodo de 18 meses. Este, a su vez, nombró al civil Moctar Ouane como primer ministro y le encomendó la formación de un Gobierno integrado por militares y civiles.
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Sin embargo, Goïta se aseguró el cargo de vicepresidente y los golpistas bajo su mando siguieron controlando puestos clave de la Administración en un contexto de progresivo distanciamiento de las nuevas autoridades y la sociedad civil liderada por el M5-RFP. El pasado 14 de mayo, Ouane presentó su dimisión, pero el presidente Ndaw lo volvió a colocar en el puesto con el encargo de nombrar un Gobierno “más inclusivo” que contentara a la clase política. La composición de este nuevo Ejecutivo no ha sido del agrado de los militares golpistas que han vuelto a romper la legalidad menos de un año después. Pese a ello, Assimi Goïta ha prometido mantener el calendario de la transición previsto, que incluye la celebración de elecciones libres y transparentes en 2022.