Decenas de palestinos heridos en Jerusalén en choques con la policía tras el rezo en Al Aqsa
La escalada de violencia durante el mes de Ramadán en Jerusalén entra este lunes en su jornada con mayor tensión. Más de 180 palestinos han resultado heridos, de los que 80 han tenido que ser hospitalizados, en choques con la policía israelí durante el primer rezo de la mañana en la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar sagrado del islam. Imágenes difundidas a través de las redes sociales muestran a los fieles entre humo de granadas lacrimógenas en el interior del templo, mientas en la explanada del recinto religioso se registraba una batalla a pedradas y con lanzamiento de granadas aturdidoras.
Más de 500 palestinos y tres decenas de agentes han quedado heridos desde el pasado viernes en una de las olas de enfrentamientos más graves desde la Segunda Intifada (2000-2005), que ha suscitado la alerta de la comunidad internacional. Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha pedido al Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu que rebaje la tensión en la Ciudad Santa.
La policía ha prohibido el paso a los israelíes a la Explanada de las Mezquitas, denominada por los judíos Monte del Templo, este lunes en la celebración del Día de Jerusalén. Estas visitas son tradicionales en la conmemoración de la captura de la parte oriental de la ciudad por el Ejército de Israel durante la guerra de los Seis Días en 1967.
Por la tarde está previsto que decenas de miles nacionalistas y colonos israelíes marchen con la bandera de la Estrella de David por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja, en un provocador cortejo que cada año dispara la tensión en Jerusalén.
A petición del fiscal general de Israel, el Tribunal Supremo aplazó el domingo la publicación de la sentencia final, que estaba anunciada para este lunes, sobre el desahucio de varias familias palestinas de las casas que ocupan desde hace siete décadas en el distrito de Sheij Yarrah, al norte del centro histórico. Junto con las protestas por las barreras policiales instaladas en Ramadán en la Puerta de Damasco, principal acceso al barrio musulmán, la movilización ciudadana para detener los desalojos de Sheij Yarrah, que habían sido promovidos ante la justicia por una asociación de colonos, ha estado detrás del estallido en Jerusalén durante el mes sagrado del islam. En ambos casos, Israel ha dado marcha atrás para evitar que se desbordara la violencia.