El sudoku de la semana
1. La Covid-19 es como el béisbol. Un juego -pero a vida o muerte- de estadísticas. Es la pandemia de las cifras. Las que no permiten que los niños vuelvan a las aulas. Las que controlan la ocupación de las UCI, la población vacunada, la tasa de contagios o los muertos nuestros de cada día.
Esta semana el sudoku no ha cuadrado. La baja del número de pruebas no son una buena noticia. Que no sea posible obtener la tasa de la positividad por municipios… tampoco.
2. El militar y la pastora. Lluvia de millones, tres mil y contando, en una trama de amor y corrupción de lo más novelera. El político y su amante. El denbowsero y la influencer. Arquetipos de una sociedad que evoluciona. Atrás queda la infamia del señor de la casa y la trabajadora doméstica porque ahora son mujeres que tienen voz, voto y poder para manejar ellas también los millones.
En 1996 Leonel Fernández calculaba que la corrupción nos costaba 30 mil millones de pesos al año. 25 años después esa cifra es un chiste. Cada año más personas nos roban más dinero.
3. ¿A qué sabe el whisky de metanol? Miles de litros, miles de botellas de veneno embotellado. Mientras se desenreda el asombroso (por su volumen) entramado de las bebidas adulteradas, no deja de sorprender que alguien sea capaz de beber algo qelaborado con cantidades tan altas de metanol.
Ese sudoku tampoco ha cuadrado esta semana. Si la producción de veneno embotellado es de miles de litros, muchos miles de litros, que tienen que ser producidos, embotellados, distribuidos y comercializados por todo el país… ¿cuántos ciudadanos cómplices están en el negocio? l