El desconocido lado oscuro de Charles Chaplin
Sin desmerecer su aporte a la industria, en la era del Me Too el actor habría sido uno de los hombres que aún estaría “feliz-nervioso” de no haber sido portada del The New York Time o The New Yorker, los medios que destaparon casos impactantes de abuso en la industria, como el de Harvey Weinstein.
Esto, porque el británico que el pasado viernes habría cumplido 132 años, no fue sólo un incansable trabajador del cine, si no que también fue reconocido por su ira, falta de empatía y su gusto por las adolescentes, todas actitudes que lo habrían dejado “out” en el Hollywood que él mismo ayudó a crear.
Pese a que su educación fue irregular, no se puede negar que Charles Chaplin fue un hombre de trabajo duro para lograr el éxito y convertirse a los 26 años en el “hombre más famoso del mundo”.
Sin embargo, no era el hombre más querido por su entorno, ya que la estrella del cine fue descrita por quienes convivieron con él como un hombre controlador, tirano, mezquino e hiriente, no sólo mientras estaba en los estudios, sino que también en sus relaciones personales, destacó El Mundo.
A sus 30 años logró el éxito como el director de “El chico”, su primer largometraje, cuyo guión se inspiró en su dura infancia.
Protagonizó el film encarnando al popular Charlot, junto a Jackie Coogan, un niño que alcanzó la gloria de la mano de Chaplin, mientras era la estrella del film y vivía una relación de padre-hijo con el británico que no tenía problema en llevarlo a parques de atracciones los domingos, destacó El País.
La relación que entabló con Coogan se dice que sería la proyección que significaba el niño para Chaplin, que recientemente había perdido su primer hijo, Norman Spencer Chaplin, que sólo vivió 3 días.
El niño nació en medio de su matrimonio con la actriz Mildred Harris, una joven con la que contrajo matrimonio en 1918, aterrado por un posible embarazo de la chica que recién tenía 16 años, aunque sólo fue una falsa alarma.
Esto generó que Chaplin no tuviera una buena relación con Harris, a quien comenzó a odiar pensando que lo había engañado para contraer matrimonio con ella, por lo que la maltrató con una escasa comunicación que siempre se manifestada de forma malhumorada, destacó Vice.
Para cuando la actriz logró quedar realmente embarazada, el actor no cambió su actitud e hizo que esta cayera en un colapso nervioso. Tras la trágica muerte de su hijo se separaron, mientras el actor realizaba la producción de “El Chico” donde conoció a Lita Grey, una niña de 12 años que luego se convertiría en una de las mujeres importantes de la vida de Chaplin.
Cuando Lita Grey tenía 14 años pasó de tener una amistad con el popular actor a una relación que culminó en el matrimonio en 1924, cuando nuevamente Chaplin se casaba, esta vez en México, con la joven que ya tenía 16 años y estaba embarazada de él.
Chaplin se enfrentaba a su segunda boda, aterrado por los cargos criminales que podrían imponerle al dejar embarazada a una adolescente, cuando él ya tenía 35 años.
Charles acusó a la joven de querer aprovecharse de su fama y dinero, calificandola de una “cazafortunas” mientras trataba de arruinar la carrera que llevaba a cuestas. Finalmente lograron el divorcio cuando Grey sólo tenía 19 años y dos hijos con el actor, Charles y Sidney.
Tras su divorcio el actor volvió a casarse dos veces, con Paulette Goddard, de 26 años, actriz que lo acompañó en el rodaje de Tiempos Modernos, el clásico que vio por última vez al personaje más popular del británico, Charlot. Sólo duraron algunos años juntos.
Su última esposa, Oona O’Neill, nació en 1925, cuando el actor cometía los dramáticos abusos contra su segunda esposa, Lita Grey.
La diferencia de 36 años en la pareja no fue impedimento para que cuando “Lady Chaplin” sólo tuviera 18 años contrajeran matrimonio en 1943.
La pareja, que tuvo 8 hijos, estuvo unida hasta que el actor falleció en 1977, mientras vivían en Suiza, donde arrancaron luego de que este fuera acusado de ser comunista tras el estreno de “Candilejas”.
Chaplin, famoso y millonario, con sólo 26 años suscitaba el respeto y la adoración de todos quienes le conocían, aunque no cumplía los estándares de belleza típicos, considerando que sólo medía 1,65 metros de estatura.
A menudo, se fanfarroneaba de haber compartido la cama con 2.000 mujeres, que daban cualquier cosa por estar con él. Cuando Vanity Fair le preguntó en 1926 cuál era su mujer ideal, el actor no tuvo problema en responder “No estoy exactamente enamorado de ella, pero ella está completamente enamorada de mi”, destacó Daily Mail.
Aunque habría dejado de ser un mujeriego cuando encontró a su última mujer, pasando a ser un “marido fiel, pendiente de la opinión y consejo de su esposa”, la escritora Jane Scovell, autora de “Oona: viviendo en la sombra” reveló que el matrimonio con O’Neill no estuvo libre de maltrato.
Esto porque mantenía sus arrebatos, la ira y la crueldad que lo habían caracterizado en su vida con su mujer, pero también con sus hijos, como Sydney, su segundo retoño con Lita Grey, a quien humilló constantemente en el set de “La condesa de Hong Kong” donde compartía escena con Marlon Brando.
El mismo Brando lo calificó como el hombre más sádico que conoció en su vida, lo que se condice con una personalidad tirana que ha sido descrita en múltiples ocasiones por quienes cuentan su historia, más allá de sus éxitos como genio del cine.