Las autoridades rusas detienen a aliados de Navalni mientras se preparan protestas en apoyo al opositor
Las autoridades rusas han dado otro paso más en la represión de los aliados de Alexéi Navalni. Este lunes, mientras se preparan en varias ciudades de Rusia protestas en apoyo al conocido opositor, internado en un hospital para presos y en huelga de hambre desde hace tres semanas, la policía rusa ha arrestado a su número dos, la abogada Liubov Sobol; y a su portavoz, Kira Yarmiyh.
Desde anoche, las autoridades han registrado las oficinas del movimiento opositor en varias provincias y han detenido a activistas en al menos 20 ciudades de Rusia, según la organización de seguimiento OVD-Info. Con el opositor preso y en delicado estado de salud, según sus aliados, el Kremlin trata así de sofocar las manifestaciones convocadas en 100 ciudades de Rusia para la tarde de este miércoles; horas después del discurso sobre el estado de la nación del presidente ruso, Vladímir Putin.
En Moscú, el abogado de Liubov Sobol, Vladímir Voronin, ha informado de que personas “en uniforme” han sacado a la opositora de un taxi cerca de una estación de metro de Moscú y se la han llevado a la comisaría. Kira Yarmysh, la secretaria de prensa de Navalni, que está en arresto domiciliario, también ha sido detenida cuando salía de su casa para dar el paseo de una hora diario que tiene autorizado, según ha contado su abogada, Veronika Polyakova, en Twitter.
El coletazo de arrestos forma parte de la oleada represiva más dura contra el movimiento del destacado opositor desde que surgió en 2011. La fiscalía rusa ha pedido que la Fundación Anticorrupción (FBK) de Navalni, su sede política regional —que ha logrado expandirse, pese a las dificultades, en muchas provincias—, sea declarada como organización extremista, una etiqueta que puede derivar en fuertes multas e incluso duras penas de cárcel para sus empleados y los voluntarios que colaboran, como ha mostrado el caso de los Testigos de Jehová, también incluidos en esa lista.
El caso contra el FBK se revisará la semana que viene en un tribunal de Moscú, pero las pruebas están clasificadas y son secretas. Un movimiento que, según denuncian los partidarios de Navalni, es otro síntoma del temor del Kremlin a sus revelaciones de la corrupción de la élite política y económica del país. El FBK ha divulgado estos últimos años escándalos sobre oligarcas, sobre el entonces primer ministro Dmitri Medvedev, y también sobre el supuesto y multimillonario palacio del presidente ruso en el mar Negro. “Todos los miembros del equipo [de Navalni] se enfrentan a 10 años de prisión, pero no tenemos derecho a saber para qué”, ha denunciado en un comentario en las redes sociales el quipo de FBK.
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En las ciudades del Lejano Oriente ruso, donde por el huso horario las protestas convocadas a las 19.00 coinciden durante la mañana en Moscú, las autoridades han desplegado numerosos equipos de policía y antidisturbios en las plazas de ciudades como Petropavlovsk, Jabarosk o Vladivostok. En Magadán ya se han producido los primeros arrestos.