Joe Biden pide un “veredicto correcto” en el ‘caso Floyd’, que califica de “abrumador”
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este martes que “reza” porque el jurado alcance un “veredicto correcto” en el caso del expolicía Derek Chauvin por la muerte del afroamericano George Floyd el pasado 25 de mayo en medio de una violenta detención en Minneapolis. Biden ha calificado de “abrumador” el caso, unas declaraciones que, aunque no expresan explícitamente en qué dirección debe ir el fallo, reflejan claramente el posicionamiento del mandatario en un proceso penal que marcará la historia del país.
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“Rezo por que el veredicto sea el veredicto correcto, que es… En mi opinión, es abrumador”, respondió el mandatario desde la Casa Blanca a preguntas de los periodistas, un día después de que la Fiscalía y la defensa terminaran sus argumentaciones finales, mientras el jurado afronta su segundo día de deliberaciones aislados en un hotel del que no se conoce la ubicación. El presidente aclaró que si transmitía este mensaje es precisamente porque los 12 ciudadanos que deben decidir sobre este trascendental juicio se encuentran encerrados y, supuestamente, blindados de las presiones exteriores, lo que la jerga judicial estadounidense califica de “secuestrados”.
Biden, que el pasado verano visitó a la familia de Floyd antes del funeral en Houston, llamó también a sus parientes el lunes para ofrecerles sus oraciones. No puede imaginar, dijo este martes, la tensión y la ansiedad que sienten estos días, con todo el país pendiente de lo que ocurre en el tribunal de Minneapolis donde se ha juzgado el caso.
El jurado, formado por siete mujeres y cinco hombres de diferentes razas, comenzó su deliberación el lunes por la tarde en una sesión de cuatro horas. Este martes, a las ocho de la mañana, se reunieron de nuevo. Durante este proceso, que puede terminar este mismo martes o demorarse varios días, pueden solicitar volver a escuchar o leer algún testimonio, repasar alguna prueba y plantear cualquier duda técnica al juez. Chauvin, que tiene 45 años y fue despedido tras el incidente, está acusado de homicidio imprudente en segundo grado, asesinato en segundo grado y asesinato en tercer grado.
La presión para lograr una condena ejemplar, en un país con una larga historia de casos de brutalidad policial contra negros, se palpa en la calle. Una veterana congresista demócrata, Maxine Waters, afroamericana, llegó a decir que si el policía es absuelto se debía responder “con más confrontación”. El juez del caso, Peter Cahill, molesto con la tensión ambiental, ha pedido a los políticos “que dejen de hablar del caso, especialmente de un modo que no respeta el imperio de la ley”.
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