Dos periodistas presos en Marruecos afrontan una huelga de hambre indefinida
El periodista Suleimán Raisuni, en prisión preventiva desde hace 10 meses acusado de abusar sexualmente de un hombre, inició el pasado jueves una huelga de hambre indefinida. Al día siguiente decidió privarse también de agua y convirtió su protesta en una huelga de “hambre y de sed”. Por otro lado, el periodista Omar Radi, en prisión preventiva desde hace ocho meses acusado de violar a una compañera y de mantener contactos con un agente de la inteligencia británica, inició también una huelga de hambre indefinida. Ambos se declaran inocentes y reclaman su libertad provisional, que les ha sido denegada por la justicia en varias ocasiones.
Raisuni tiene 48 años y Radi, 34. Los dos se encuentran en celdas próximas, en la cárcel de Ukacha, en Casablanca. Ambos son bien conocidos en Marruecos, sobre todo en medios intelectuales de izquierda. Raisuni fue denunciado en 2020 por un joven que le acusó de haber intentado abusar de él dos años antes. A Omar Radi, una periodista marroquí le acusa de haberla violado en la noche del 12 al 13 de julio, pero Radi sostiene que la relación fue consentida. Varias organizaciones humanitarias han expresado su apoyo para los dos periodistas y reclaman un juicio justo para ambos.
Dris Radi, padre de Omar, indica mediante conversación telefónica: “Tanto Suleiman como mi hijo, consideran que no hay ninguna razón para permanecer más tiempo en prisión sin ser juzgados. Ellos creen que esto se debe a una venganza, porque ambos osaron señalar con su trabajo los nichos de corrupción que hay en las más altas esferas del poder”.
Raisuni trabajaba para el diario Ajbar al Yaum, la publicación más crítica contra las políticas del Estado. El director y propietario de la publicación, Taufic Buachrín, fue encarcelado en 2018 y condenado a 12 años de prisión, acusado también de varios delitos de índole sexual. Cuando Buachrín ingresó en la cárcel, Raisuni se convirtió en el periodista estrella. Finalmente, Raisuni fue encarcelado en 2020. Y la empresa editora del diario anunció el cierre de la publicación el pasado marzo, alegando que llevaba tres años de calvario económico, sin publicidad y excluida de las subvenciones públicas.
La periodista Hajar Raisuni, de 31 años, también trabajaba en Ajbar al Yaum. Es sobrina de Suleimán y fue encarcelada en 2019 durante dos meses y condenada a un año de cárcel por un supuesto aborto que ella negó. Tras una intensa campaña internacional que reclamaba su liberación, Hajar Raisuni fue indultada por el rey, Mohamed VI. Y se fue a vivir a Sudán hace nueve meses. Desde Sudán, Hajar Raisuni indica a este diario, a través de Internet: “La última vez que me comuniqué con mi tío fue el jueves pasado, a través de su abogado. Me dijo que él había sido ya muy paciente con la justicia marroquí durante 10 meses. Y que ya no ve otro medio de obtener la libertad provisional que la huelga de hambre. Tanto a él como a Omar Radi se les ha impedido comunicarse por teléfono con sus familias”.
Tanto Suleimán Raisuni como Omar Radi son amigos del activista marroquí Maati Monjib, de 60 años, quien obtuvo el pasado marzo la libertad provisional tras pasar 19 días en huelga de hambre en la cárcel de El Arjat, en el municipio de Salé. Monjib está acusado de blanqueo de dinero y consiguió salir de la cárcel tras una intensa campaña de solidaridad internacional. Lo primero que declaró nada más salir es que iba a luchar por la libertad de otros detenidos.