La erupción del volcán La Soufrière deja miles de evacuados y cortes de luz y agua en San Vicente
La erupción del volcán La Soufrière, en la isla de San Vicente y las Granadinas, en el sur del Caribe, ha dejado al menos a 16.000 personas evacuadas y cortes de electricidad y agua, además de un escenario que el primer ministro Ralph Gonsalves describió como “desolado” con la vegetación, las casas y las carreteras cubiertas por una densa capa de ceniza.
Los episodios explosivos, asociados con temblores, rayos y truenos y una intensa caída de ceniza, continúan desde la mañana del viernes, cuando el volcán hizo erupción tras permanecer inactivo durante más de cuatro décadas. El Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales en Trinidad y Tobago (UWI, por sus siglas en inglés), que está monitorizando la actividad de La Soufrière, ha informado este domingo de que se ha reportado caída de cenizas en las islas vecinas de Las Granadinas, Santa Lucía y Barbados, esta última a 179 kilómetros de distancia al este de San Vicente. “Es probable que las explosiones acompañadas de caída de ceniza de una magnitud similar o superior continúen en los próximos días”, ha advertido ese organismo en un comunicado.
El primer ministro Ralph Gonsalves ha confirmado que buena parte de la isla, de más de 100.000 habitantes, está sin luz ni agua e informó del cierre del espacio aéreo por la falta de visibilidad que provocan las columnas de humo y ceniza volcánica. El mandatario ha instado a la población que está en áreas de evacuación obligatoria a cumplir con las órdenes emitidas por el Gobierno. Desde el pasado jueves, unas 16.000 personas han sido evacuadas. Algunas salieron de la isla en cruceros o botes, mientras que unas 3.000 están en refugios habilitados por el Gobierno en zonas más seguras de la isla.
Las imágenes publicadas por el Centro de Investigación Sísmica de la UWI muestran la vegetación cubierta por una densa capa gris y los caminos convertidos en lodazales por la mezcla de materiales volcánicos y agua. “Hay mucho humo y ceniza en el aire y parece de noche”, ha dicho Lennox Lampkin, un agricultor de Kingstown, la capital, en el sur de la isla. En una transmisión a través de su cuenta de Facebook, el hombre cuenta cómo ha resguardado a casi todos sus animales para que no sean afectados por la mala calidad del aire y muestra su preocupación por los árboles de aguacate, pomelo, guayaba y mango de los que vive. “Si no llueve fuerte, puedo perder todo”, ha lamentado.
Según el geólogo de la UWI Richie Richardson, el patrón de actividad de La Soufrière está siendo similar al que tuvo en 1902 cuando el material piroclástico del volcán llegó a las poblaciones cercanas en el norte de la isla, que vivían de la industria azucarera, y dejó más de 1.000 muertos. La última vez que el volcán La Soufrière entró en erupción fue el 13 de abril de 1979, hace exactamente 42 años.
“Además de las columnas de humo, lo más peligroso esta vez pueden ser los flujos piroclásticos de lava que bajan por las laderas del volcán destruyendo todo a su paso”, ha dicho el profesor Richardson en declaraciones a la radio local NBC.
Como sucede con el embate de los huracanes al que están acostumbrados en las islas del Caribe, la erupción del volcán en San Vicente ha generado la solidaridad de las islas vecinas. El sábado, dos barcos de la Marina de Barbados fueron desplegados a San Vicente para ofrecer asistencia humanitaria y países como Antigua y Barbuda y Guyana también han ofrecido ayuda y han puesto a disposición su territorio para recibir a los evacuados.