El rey de Jordania escenifica la reconciliación con el príncipe Hamzah tras la tensión golpista
El rey Abdalá II y su antiguo heredero, el príncipe Hamzah bin Hussein, se han dejado ver juntos este domingo para escenificar una aparente reconciliación. Por primera vez desde que se desencadenara hace una semana la tensión en Jordania, con el desmantelamiento de una presunta trama golpista que se cobró cerca de una veintena de detenciones, ambos asistieron en Amán junto con otros miembros de la familia real a la ceremonia de conmemoración del centenario de la fundación del reino hachemí.
La reunión pública mostrada por la televisión estatal de los dos hijos favoritos del rey Hussein, fallecido en 1999, para depositar coronas de flores en el memorial del soldado desconocido y el mausoleo real del palacio de Raghdan en la capital jordana, ha devuelto a los jordanos una imagen de calma y estabilidad que parecía haberse desvanecido en los últimos días.
Abdalá II hizo una declaración oficial en la noche del miércoles para dar por enterrada “la secesión” en la que estuvo involucrado su hermanastro. Pero ni el príncipe Hamzah —que ha jurado lealtad al rey, según un comunicado de la casa real—, ni el monarca hachemí habían sido vistos aún tras el amago de golpe palaciego.
“No ha sido este el desafío más duro ni peligroso para la estabilidad de la nación, pero sí el más doloroso. Nada me afecta más que la turbación, la pena y la ira que siento como hermano, jefe de la dinastía hachemí y líder de este país”, rezaba el mensaje de Abdalá de Jordania cargado de emoción, que fue leído por un locutor en la televisión estatal.
Al príncipe Hamzah, de 41 años, se le consideraba bajo arresto domiciliario en su palacio de Amán. La oficina de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió al Gobierno jordano sobre la falta de transparencia de la situación de “arresto de facto” y sobre las detenciones sin cargos de otros 16 sospechosos de estar implicados en la trama contra el Estado.
Hijo del rey Hussein y de su cuarta esposa, la reina Noor, ejerció como heredero del trono a la muerte de su padre, mientras Abdalá, de 59 años, era designado jefe del Estado en virtud de un pacto de familia. Cinco años después, el nuevo rey se desentendió del acuerdo y puso a su primogénito, el príncipe Hussein bin Abdalá, de 26 años, en el primer lugar en la línea de sucesión.
“Hamzah está bajo mi tutela, en su palacio junto con su familia”, precisó sin dar más detalles el mensaje real televisado el miércoles. “Se ha comprometido ante la dinastía hachemí a permanecer leal”, enfatizó. El antiguo heredero del trono había sido acusado el domingo por el Gobierno de formar parte de una conspiración con fuerzas extranjeras contra la estabilidad del país.
La tensión estalló el día 3 en la habitualmente apacible y estable Jordania con una redada en la que fueron detenidos Sharif Hasan bin Zaid, miembro de la realeza, y Bassem Awadallah, antiguo jefe de la casa real, exasesor del monarca y exministro de Finanzas, así como varios sospechosos no identificados, entre ellos jefes tribales beduinos y antiguos miembros de las fuerzas de seguridad.
El príncipe Hamzah llamó la atención internacional al publicar un vídeo el pasado fin de semana en el que afirmaba estar bajo arresto domiciliario por su proximidad a corrientes críticas con el Gobierno jordano. En la grabación, emitida por la BBC, arremetió contra “la incompetencia y la corrupción que han prevalecido en el país durante los últimos 15 años”.