La participación de Alfonso Cruz Valerio en el asesinato de las hermanas Mirabal
Hoy se dio a conocer el fallecimiento de uno de los asesinos de las hermanas Mirabal, Alfonso Cruz Valerio, sentenciado por la ejecución del crimen junto a otros cuatro en 1962, pero que ninguno de ellos purgó la condena de 30 años.
Cada uno de los cinco condenados escogió a una de sus víctimas cuando interceptaron a las mujeres y a su chofer en una carretera de Salcedo, en el momento que retornaban de Puerto Plata de ver a sus esposos. A Alfonso Cruz Valerio se señala de haber seleccionado a Minerva, “la más alta”.
Según el libro “Minerva Mirabal. Historia de una Heroína”, de William Galván, y otras referencias bibliográficas recogen el testimonio de Ciriaco de la Rosa, uno de los ejecutores del cuádruple asesinato, que dice lo siguiente:
“Las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió a orden en el acto y se llevó a una de ellas, las de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta al chófer (Rufino). Ordené a cada uno que se internaran en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas. Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera a ver si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse del caso”.
Las fuentes, citadas en la historia El hombre que murió el 25 de noviembre, destaca que el 24 de noviembre de 1962, un día antes de cumplirse el segundo aniversario del crimen, Emilio Estrada Malleta (cubano), a quien se señala como el asesino directo de Rufino de la Cruz, el chofer que acompañó en el viaje a las hermanas Mirabal, fue condenado junto a los demás involucrados. Recibió 30 años de prisión, pero en 1965 se “fugó” con los demás sentenciados por el crimen con ayuda de militares.
Agrega que el escritor y poeta Tony Raful, en su libro “Movimiento 14 de Junio: Historia y Documentos”, indica que Estrada Malleta murió en Haití, en 1967, junto a Johnny Abbes García, quien dirigió el SIM, al comprobarse que participaban en un complot para asesinar al dictador François Duvalier.
Los otros condenados, todos miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), fueron Ciriaco de la Rosa, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor Antonio Pérez Terrero.
Alfonso Cruz Valerio era el último de los esbirros que permanecía con vida de los que mataron a las Mirabal y a Rufino.
Su deceso se produjo a los 83 años de edad en su residencia del sector Hoya del Caimito, al noreste de Santiago. Padecía cáncer.