Tribunal aplaza conocimiento medidas de coerción contra expolicías mataron pareja
La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Juzgado de la Instrucción de Villa Altagracia aplazó para el próximo miércoles la audiencia de conocimiento de medidas de coerción contra los seis exagentes policiales acusados de participar en el asesinato de la pareja de esposos Elisa Muñoz y Joel Díaz en un hecho ocurrido la noche del martes en Villa Altagracia.
La audiencia fue aplazada para las 9:00 de la mañana del miércoles 7 de abril debido a que dos de los acusados no cuentan con abogados.
Los expolicías involucrados en el caso son el segundo teniente Victorino Reyes Navarro, el sargento Domingo Perdomo Reyes, los cabos Norkys Rodríguez Jiménez y Ángel de los Santos, los rasos Anthony Castro Pérez y Juan Manuel Ogando Solís.
Ayer, los seis agentes fueron sometidos a interrogatorio en la Fiscalía de Villa Altagracia y luego fueron transportados a la cárcel de Bonao, provincia Monseñor Nouel.
El Ministerio Público indicó que cuenta con suficientes evidencias testimoniales, documentales y materiales que vinculan a los imputados al hecho criminal.
En la solicitud de medidas de coerción, el Ministerio Público pide un año de prisión preventiva como medida de coerción y la declaratoria de caso complejo y que la misma sea cumplida en una cárcel distinta a Najayo, que ofrezca más seguridad.
El Ministerio Público le ha otorgado a este hecho la calificación jurídica provisional por violación a los artículos 295, 296, 297 298, 304, 265, 266 y 184 del Código Penal Dominicano; artículo 66 de la Ley 631-16 (Ley para el Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados), en perjuicio de las víctimas Joel Eusebio Díaz Ferrer y Eliza Muñoz Marte.
También, por violación a los artículos 2, 295, 296, 297 298, 304, 265, 266 y 184; artículo 66 de la Ley 631-16 en perjuicio de Claudio Alberto Ramírez Lamais y Carlos José Pérez Báez, sobrevivientes al hecho.
El suceso ocurrió la noche del pasado martes cuando las víctimas regresaban a Santo Domingo de una actividad religiosa, realizada en Villa Altagracia, y de acuerdo con la versión de un sobreviviente que iba con ellos, los agentes los mandaron a parar y luego, sin mediar palabras, dispararon al vehículo.