Musk jalea el bulo de la candidata ultraderechista alemana sobre Hitler: “Era comunista”
Hitler irrumpió cuando Elon Musk y Alice Weidel llevaban media hora conversando y ya habían hablado largamente sobre lo mal que va Alemania, los problemas con la burocracia, la inmigración, la educación, y se habían lanzado mutuamente flores y varias veces habían repetido, uno y el otro, las mismas expresiones: “Sí, sí.” “Exacto.” “Qué locura”. Fue entonces cuando Musk, el hombre más rico del mundo y el aliado de Donald Trump que con sus declaraciones siembra el nerviosismo en Europa, se lanzó en una defensa apasionada de la libertad de expresión. Y Weidel, la candidata de la extrema derecha alemana a las elecciones generales del 23 de febrero, le respondió: “¿Tú sabes qué fue lo primero que hizo Adolf Hitler? Acabar con la libertad de expresión. Controlar los medios de comunicación. Sin esto no habría tenido éxito.” Después, y ante una pregunta sobre la imagen de Weidel y su partido como un partido de extrema derecha, zanjó: “Hitler era comunista.”
El formato era excepcional, nunca visto en una campaña electoral en Alemania. Musk, integrante de la Administración Trump que el 20 de enero entrará en funciones, había declarado en vísperas navideñas su apoyo entusiasta a Alternativa para Alemania (AfD), el partido de Weidel, y así puso patas arriba la campaña electoral. Después, escribió un artículo en el dominical del diario Die Welt en el que declaraba que este partido de extrema derecha, sometido a un riguroso cordón sanitario, era “la última chispa de esperanza” para el país. Ambos se citaron para la entrevista de más de una hora que se ha desarrollado este jueves en directo y en abierto en la red social X, propiedad de Musk. Para el magnate, era una manera de reiterar su apoyo a Weidel y decirles a los líderes europeos que han alertado contra toda injerencia en procesos electorales ―desde el canciller alemán Olaf Scholz al presidente francés Emmanuel Macron, pasando por Pedro Sánchez― que sus advertencias le importan poco. Para la candidata era una reválida ante uno de los líderes de lo que Macron ha llamado “la internacional reaccionaria”.
Está por ver el impacto de la entrevista en una campaña en la que, según los sondeos, AfD será al segunda fuerza más votada, aunque no tenga ninguna opción de gobernar. La conversación arrancó con una pregunta sencilla de Musk a Weidel: “¿Puedes explicar qué es AfD”? Weidel respondió cargando contra la democristiana Angela Merkel. Según la candidata de AfD, “la primera canciller verde de Alemania”. Acusó a Merkel, que gobernó el país entre 2005 y 2021, de haber abierto las fronteras a los inmigrantes. “Es exactamente lo que está ocurriendo en EE UU”, concurrió Musk. Weidel la culpó también de la crisis energética por haber decidido en 2011, tras la catástrofe de la central de Fukushima en Japón, abandonar la energía nuclear. “No hay que ser muy inteligente para saber que un país como Alemania no puede funcionar solo con energía solar y eólica”, dijo, y de nuevo el amo de X, Tesla y SpaceX le dio la razón: “Soy un gran fan de la energía solar… Pero aumentar el uso de la nuclear sería fantástico.”
Weidel dedicó parte de la primera media hora del diálogo a pintar un retrato tenebroso de Alemania, hasta el punto de que sorprendió a Musk cuando dijo que “los jóvenes ya no aprenden nada en las escuelas y las universidades”. “Yo pensaba que Alemania tenía un buen sistema educativo”, dijo el magnate. “Pero parece que la mentalidad woke también ha infectado el sistema educativo allí”. A veces preguntaba Musk, o intervenía con anécdotas sobre EE UU, contando, por ejemplo, que “en América es tan fácil robar… parece que por eso vienen todos los criminales del mundo”. Otras veces, intervenía Weidel, que parecía estar examinándose y frecuentemente se reía. En parte era un examen ante Musk y su audiencia, unos 280.000 en X y en directo, lo que no parece un número excesivo. Pero también ante las autoridades alemanas y europeas. El Bundestag investiga si el diálogo en X es una forma de donativo ilegal en las elecciones. Al mismo tiempo, los expertos de la Comisión Europea examinarán si, durante la conversación, el uso de los algoritmos de la red social ha favorecido a Weidel en la campaña y ha vulnerado la normativa comunitaria.
Fue en ese momento, al mencionar los posibles controles a los que estaba sometida la conversación en X, y las quejas de Weidel sobre las dificultades que supuestamente tiene para que la entrevisten amablemente como hacía Musk, cuando apareció Hitler en la conversación. Hitler, el tirano. El iniciador de la II Guerra Mundial. El responsable último del Holocausto. “El comunista”, según coincidieron Weidel y Musk, pues nacionalizó empresas, dijeron, y era nacionalsocialista, aunque censurase, persiguiese y matase a comunistas, entre muchos otros. Hitler también fue el mayor y más destructivo ejemplar de una corriente del nacionalismo alemán cuyos herederos mantienen vínculos con AfD, partido que, por este motivo, se encuentra bajo vigilancia de los servicios de inteligencia. Weidel, que encarna el ala liberal, tenía motivos para querer darle la vuelta a la etiqueta de filonazi. Aunque la comparación era explícita, en sus palabras se entendía que Hitler, además de ser comunista, persiguió la libertad de expresión como supuestamente hacen los políticos que quieren regular las redes sociales. “Una de las cosas que hizo fue controlar los medios e imponer una censura extrema”, dijo Musk, “y cerrar cualquier medio… que defendiese al pueblo judío”.
Después del cameo hitleriano, el diálogo cambió de tono. Weidel adoptó el papel de entrevistadora, visiblemente fascinada por Musk. La candidata de la extrema derecha, contraria a la ayuda a Ucrania y acusada por sus rivales de filorusa, preguntó por la guerra: ”Espero que Donald Trump y tú, vuestra Administración, acabéis esta guerra”. El magnate respondió que creía que Trump la terminará “rápidamente”. Entonces fue él quien preguntó a Weidel por Israel, y la respuesta dio pie a un momento de confusión. “Es muy complicado”, dijo Weidel. “Para ser honesta, no lo sé”. Musk simplificó la pregunta: “Pero, ¿apoyas la existencia de Israel? Eso es lo que gente quiere saber. “Sí, sí”, zanjó la alemana. “AfD es el único protector de las personas judías en Alemana”, añadió, antes de preguntar a Musk por las perspectivas de un viaje tripulado a Marte y adentrarse este en la parte menos política ―pero quizá más interesante― de todo el diálogo. Musk se había olvidado, unos minutos antes, de recordar por qué ambos estaba ahí: “Recomiendo firmemente que la gente vote AfD. Solo AfD puede salvar Alemania. Si no, las cosas irán mucho peor.”