El iPad, el recurso con el que Emilio Bonifacio ajusta su swing
En su temporada 17 en Lidom, ya superado los 730 partidos y a tres meses de cumplir los 40 años de edad, Emilio Bonifacio encuentra en la tecnología un complemento que enlaza con un cuidado especial de su cuerpo y trabajo físico con disciplina militar para fungir como alma y bujía de un Licey en la órbita de escribir una época dorada.
Antes de «El Capi» salir al terreno a tomar prácticas con el resto de los jugadores su paso por la jaula que tiene el club, debajo de las gradas izquierdas del Quisqueya, incluye colocar un iPad Pro del lado opuesto a su posición de batear. El dispositivo está programado para graba cada turno y cinco segundos más tardes le muestra, en cámara lenta, cómo realizó el swing.
En las pausas, Bonifacio se detiene a analizar cómo ejecutó ante el pitcheo, lanzando sobre las 90 millas desde la máquina. Allí, analiza con Edgar Varela, coordinador de ofensiva, cualquier detalle que encuentre fuera del «punto» de sincronización que requiere como para batear en la serie regular para .291/.369/.386 con marca personal de hits (55) y 13 bases robadas.
«¿Qué si es fundamental? Claro que sí, definitivamente, mientras más perfección tú tengas desde las prácticas es lo que uno lleva. Uno trata de buscar esa perfección, no existe, pero para eso uno trabaja y tiene su rutina», dice Bonifacio a Diario Libre.
«Esa iPad tiene un poco de delay en el swing, te da tiempo a luego de hacer el swing, en lo que te preparas puedes ver lo que hiciste en el swing anterior; partiendo de ese punto, tú sabes lo que quieres, lo que estás trabajando, si lo hiciste bien o como tú quieres», explica Bonifacio.
El utility, que debutó en la Lidom en 2005 y solo faltó a tres torneos, siempre de azul, juega el round robin como líder histórico en triples (16) y es segundo en partidos disputados (197), anotadas (120), hits (216) y bases robadas (46), solo detrás de Luis Polonia.
«La verdad que todo cambió mucho, toda esa información de ahora es privilegiada, te detallan demasiado; cada movimiento del pitcher, tendencias… antes uno sabía cosas puntuales, que tiraba muchos cambios, que le gustaba tirarlo en tal conteo, pero ahora tú tienes esa data bien cerca a nivel de porciento, eso ayuda a tú saber e ir al home plate con mejor idea», explica Bonifacio.
Detrás suyo, entrenadores también supervisan el trabajo y, equipados con dispositivos móviles, le muestran turnos agotados en partidos para realizar ajustes.