Cuidado de la piel: el alcohol puede impactarla negativamente
Durante la temporada navideña nos preocupamos más por cómo se ve nuestra piel, por lo que abunda la búsqueda de tratamientos y rutinas para mejorar su apariencia.
Sin embargo, algo ocurre en paralelo. Las personas tienden a consumir alcohol, quizá ignorando que no aporta nada a la belleza, ni salud de la piel.
Para conocer más a fondo sobre el tema hemos entrevistado a la doctora Sheila Mota, médico estético y experta en medicina estética oncológica. Presidenta de la Asociación Dominicana de Medicina Estética, Láser Dermoestético y Longevidad (ADOMELL).
En Navidad, muchos son los que ven una oportunidad para disfrutar de los placeres del alcohol, incluyendo quienes se preocupan por el envejecimiento prematuro. ¿Tiene impacto significativo el consumo de alcohol sobre la piel?
El alcohol es considerado un factor importante del exposoma, definiendo exposoma como el conjunto de influencias ambientales y de estilo de vida que afectan la salud de la piel.
Su consumo excesivo contribuye a la deshidratación, inflamación y estrés oxidativo, lo que puede alterar la función de barrera de la piel y acelerar el envejecimiento cutáneo.
Además, puede interferir con la regeneración celular y la producción de colágeno, haciendo la piel más vulnerable a los daños externos como la radiación ultravioleta y la contaminación.
Al formar parte del exposoma, el alcohol interactúa con otros factores, como la dieta y el estrés, potenciando sus efectos negativos y afectando no solo la apariencia, sino también la salud a largo plazo de la piel.
El alcohol también tiene la capacidad para dilatar los vasos sanguíneos y, por ende, puede causar enrojecimiento o la aparición de capilares rotos, especialmente en la piel del rostro.
A largo plazo, el consumo excesivo también acelera el envejecimiento cutáneo al afectar la producción de colágeno, lo que contribuye a la aparición de arrugas y pérdida de elasticidad. Estos efectos pueden variar según la cantidad y la frecuencia del consumo, así como el estado general de salud de la persona.
Una vez al año no hace daño… ¿Aplica esta creencia en los efectos del alcohol sobre la piel?
El dicho «una vez al año no hace daño» podría aplicarse al consumo ocasional y moderado de alcohol, ya que los efectos negativos sobre la piel suelen ser acumulativos y dependen de la cantidad y la frecuencia del consumo.
Un consumo esporádico y limitado probablemente no tenga un impacto significativo o duradero en la salud de la piel, ya que el cuerpo tiene tiempo para recuperarse.
Sin embargo, incluso una sola ocasión de consumo excesivo puede causar:
- Deshidratación temporal.
- Enrojecimiento o hinchazón, especialmente en personas con piel sensible o condiciones preexistentes como rosácea.
- Aunque un evento aislado probablemente no cause daño notorio, es importante mantener la moderación para preservar la salud cutánea.
Es de vital importancia destacar que, a modo general, no existe un nivel de consumo de alcohol completamente exento de riesgos, ya que incluso pequeñas cantidades pueden estar relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer o daño hepático en algunas personas.
Además, se recomienda evitar el alcohol por completo en situaciones específicas, como durante el embarazo, la adolescencia o al manejar vehículos.
Así se manifiesta el alcohol en la piel
La doctora Sheila Mota explica que de forma aguda. Puede manifestarse con:
- Enrojecimiento por dilatación de los capilares cutáneos.
- Con signos de deshidratación, dando la apariencia de piel seca y sin brillo.
- A más largo plazo afecta la producción de colágeno, lo que se manifestará con la aparición de arrugas y flacidez, así como una aceleración del envejecimiento debido a la producción de radicales libres que provoca el mismo.
Recomendaciones
La especialista resalta que la cantidad de alcohol considerada «segura» varía según factores individuales, como la edad, el sexo, el peso y la salud general; pero las guías científicas suelen establecer límites basados en un consumo moderado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el consumo moderado se define como:
- Para hombres, hasta 2 bebidas estándar por día.
- Para mujeres, hasta 1 bebida estándar por día.
- Personas mayores de 65 años suelen metabolizar el alcohol más lentamente y deben reducir su consumo.
- Evitarlo durante el embarazo o la lactancia; al conducir o manejar maquinaria pesada.
- En edades de desarrollo como la adolescencia y la niñez.
- Personas que toman medicamentos que interactúan con el alcohol.
- En personas con problemas de salud como enfermedades hepáticas, cardíacas, pancreatitis o antecedentes de adicción.