El portazo de la viceprimera ministra Chrystia Freeland deja en la estacada a Justin Trudeau en Canadá
La noticia que este lunes prometía acaparar las portadas en los medios canadienses era el anuncio de la actualización del presupuesto por parte de Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas del país norteamericano. Sin embargo, horas antes de esta cita, finalmente anulada, Freeland publicó en redes sociales una carta dirigida a Justin Trudeau presentando su renuncia a sus cargos. Distintos análisis de medios de comunicación apuntaban ya desde hace días a divergencias entre Freeland y Trudeau, pero nadie se esperaba un anuncio con tanta pólvora que aumenta la crisis entre las huestes liberales en un escenario preelectoral.
En la misiva, Chrystia Freeland fue clara y le dijo al primer ministro: “En las últimas semanas, hemos estado en desacuerdo sobre el mejor camino a seguir para Canadá”. Este extremo ya había sido adelantado por el diario The Globe and Mail y la televisión pública canadiense. Estas tensiones han tenido que ver con algunas iniciativas del Gobierno que, según las voces críticas, amenazan con aumentar irremediablemente el gasto público. Tal ha sido el caso de la exención del impuesto federal a una lista de artículos durante algunas semanas para ayudar a los canadienses en sus compras navideñas. Tanto esta medida como el proyecto de enviar un cheque de 250 dólares a millones de hogares del país en abril como apoyo a sus billeteras han sido considerados como electoralistas.
Freeland, que se había comprometido durante meses a no seguir incrementando el déficit, indicó en el documento de su renuncia: “Debemos evitar costosos trucos políticos que no podemos permitirnos y que hacen dudar a los canadienses de que reconocemos la gravedad actual”. También contó que el primer ministro le había informado el pasado viernes de que iba a ser removida de la cartera de Finanzas, proponiéndole tomar el timón de otro Ministerio, aunque de menor importancia. Freeland rechazó la propuesta de Trudeau, citando “una pérdida de confianza”. Medios del país ya habían señalado de igual manera que el premier canadiense ha tratado de convencer desde hace tiempo a Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá, para dirigir el departamento de Finanzas. Sin embargo, Dominic LeBlanc, ministro de Seguridad Pública, asumirá la cartera financiera dejada por Freeland.
Desde junio, ocho ministros del Gobierno de Trudeau han renunciado o anunciado que no se volverán a presentar como candidatos en los próximos comicios. Sin embargo, la decisión de Freeland juega en otras ligas. Antes de asumir la cartera de Finanzas y de convertirse en viceprimera ministra, Freeland fue ministra de Asuntos Exteriores. Estuvo a cargo de las renegociaciones del acuerdo comercial norteamericano con Estados Unidos y México, el T-MEC, además de desempeñar un papel relevante en las ayudas canadienses a Ucrania por la invasión de Rusia. En cada crisis, Freeland reiteraba su apoyo incondicional al primer ministro. De hecho, el salto a la política de esta antigua periodista se dio por invitación del propio Trudeau.
Pese al pronunciado declive de su popularidad, Trudeau ha insistido en que buscará un cuarto mandato en las urnas. De acuerdo con los sondeos más recientes, el Partido Conservador de Canadá goza de una ventaja de unos 20 puntos porcentuales sobre los liberales del primer ministro. Canadá se encuentra en un escenario preelectoral. Los próximos comicios federales están programados para octubre de 2025, pero podrían adelantarse debido a que la agrupación de Trudeau gobierna en minoría.
Hace unas semanas, un grupo de diputados liberales pidió a su líder que reconsiderara sus intenciones de volver a presentarse como candidato. En esos momentos de tensión, Freeland hizo público su apoyo a las aspiraciones de Trudeau. Este lunes, ha señalado que pese a que renuncia a sus dos cargos ministeriales, seguirá como diputada y buscará la reelección en la circunscripción de Ontario, que representa desde 2015. No pocos interpretan este gesto como una forma de anunciar que puede ser una opción para ocupar más adelante la jefatura del partido.
Pierre Poilievre, líder de los conservadores, pidió este lunes adelantar las elecciones lo antes posible, subrayando que Canadá debe contar con un “Gobierno fuerte” en tiempos en que Donald Trump amenaza con imponer el 25% de aranceles. “Justin Trudeau ha perdido la confianza de los canadienses”, apuntó Poilievre, poniendo especial énfasis en la renuncia de Freeland. “Todo se ha salido de control”, añadió. Jagmeet Singh, líder del Nuevo Partido Democrático, declaró por su parte que Trudeau debe dimitir. “El Gobierno de Trudeau ha terminado. Debe reconocerlo y actuar en consecuencia”, manifestó a su vez Yves-François Blanchet, jefe del Bloque Quebequés.
El primer ministro aún no se ha pronunciado respecto a la renuncia de Freeland. Jamás había recibido un portazo en su oficina tan sonado. Trudeau no sólo pierde a su brazo derecho en las tareas gubernamentales, puesto que Chrystia Freeland representa también todo un símbolo entre muchos liberales, dentro y fuera del país.