Chad y Senegal asestan un nuevo golpe a la presencia militar francesa en África
El gobierno de Chad ha roto este jueves los acuerdos de cooperación militares con Francia que daban amparo a la presencia de un millar de soldados franceses en este país, mientras que el presidente de Senegal ha anunciado el cierre de la base militar gala de Dakar. Después de ser expulsados de Malí, Burkina Faso y Níger, estos dos anuncios, que coinciden en el tiempo, suponen un nuevo varapalo para la presencia militar francesa en África. Chad se había convertido en el último gran bastión galo en el Sahel, mientras que en Senegal están posicionados unos 350 soldados. Francia cuenta en la actualidad con unos 4.120 militares en el continente.
El Gobierno chadiano anunció este jueves mediante un comunicado la ruptura de los acuerdos de cooperación en materia de defensa con Francia. “Esta decisión, adoptada tras un análisis profundo, marca un giro histórico. En efecto, 66 años después de la proclamación de la República, ha llegado la hora para Chad de afirmar su soberanía plena y total y de redefinir sus alianzas estratégicas en función de sus prioridades nacionales”, aseguró Abderaman Koulamallah, portavoz del Gobierno, en el citado comunicado. El día no fue escogido al azar: el 28 de noviembre se conmemora la independencia del país de Francia, país del que fue colonia.
Aunque el Gobierno chadiano no explica cómo se producirá la salida de las tropas ni el calendario, la ruptura de los acuerdos de defensa no deja lugar a dudas. El anuncio se produce pocas horas después de la visita a Chad de Jean-Noël Barrot, ministro francés de Exteriores, durante la cual Koulamallah expresó que “Francia debe entender a partir de ahora que Chad ha crecido y madurado”. En todo caso, las autoridades del país africano han querido dejar claro que su decisión “no cuestiona en ningún caso las relaciones históricas y los vínculos de amistad entre las dos naciones”, según el comunicado, y piden “una transición armoniosa” y explorar nuevos mecanismos de cooperación.
Chad se había convertido en el último refugio de las tropas francesas de la Operación Barkhane expulsadas de Malí, Níger y Burkina, aunque sus efectivos se habían reducido hasta un millar. Casi todos los soldados están posicionados en la base aérea de Yamena, la capital, pero también hay presencia gala en dos bases en Abéché, al este, y en Faya-Largeau, en el norte. La próxima retirada de estas tropas dejará a París sin presencia militar en la región del Sahel.
En el caso de Senegal, fue el presidente Bassirou Diomaye Faye quien declaró, en una entrevista concedida a AFP (Agence France-Presse), que Francia tendrá que cerrar sus bases militares en este país, aunque tampoco especificó un calendario concreto. “Senegal es un país independiente, un país soberano, y la soberanía no es compatible con la presencia de bases militares (…) ¿Eso significa ruptura? No”, dijo Faye en la citada entrevista. “Francia esclavizó, colonizó y se quedó. Si se invierten los papeles, considerarán muy difícil que otro país pueda tener una base militar en Francia (…) Aún no hay un plazo (…) si hay que hacerlo, se comunicará a las autoridades francesas”, añadió.
El momento escogido por Faye tampoco es casual. Su partido, Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad (Pastef), que se autodefine como “panafricanista de izquierdas”, logró 130 de 165 diputados en las elecciones legislativas del pasado 17 de noviembre. Desde su nacimiento, Pastef ha mantenido un discurso hostil hacia la política francesa en África y la expulsión de las tropas era una cuestión muy esperada por su electorado. Además, se produce tan solo tres días antes de la conmemoración del 80 aniversario de la masacre de Thiaroye, cuando 35 soldados africanos fueron asesinados en una base militar de las afueras de Dakar por reclamar el pago de sus salarios por su participación en la II Guerra Mundial.
Los 350 militares franceses en Senegal están posicionados en dos emplazamientos de Dakar, uno en el barrio de Ouakam y otro en el puerto. Asimismo, disponen de una escala en el aeropuerto Léopold Sédar Senghor y de una estación de emisión de alta frecuencia en Rufisque, a las afueras de la ciudad. Su principal misión es la formación y entrenamiento del Ejército senegalés y de otros países como Mauritania, Benín o Guinea-Bisáu en la región de África occidental, según el Ministerio de Defensa francés.
Antes de estos anuncios, Francia ya preveía reducir de manera notable su peso militar en África, aunque esperaba mantener su presencia en Chad y Senegal. La expulsión de sus soldados de Malí, Burkina Faso y Níger, donde las juntas militares gobernantes optaron por Rusia como principal aliado en materia de defensa y seguridad, intensificó una profunda revisión de la presencia de soldados franceses en el continente impulsada por el presidente Emmanuel Macron. Chad también ha mejorado sus relaciones con Moscú en los últimos años, pero hasta ahora había decidido mantener sus acuerdos con París.
En la actualidad, Francia cuenta con unos 4.120 soldados en África. Su principal base se encuentra en Yibuti, con unos 1.500 militares, seguida de Chad, donde permanece un millar. En África occidental es Costa de Marfil el país más importante, con 900 efectivos dispuestos a intervenir en esta región o en África central y distribuidos en dos puntos, Port-Bouët y el aeropuerto internacional Félix Houphouët-Boigny. Finalmente, están los 350 soldados citados en Senegal y otros 370 en Libreville, la capital de Gabón.