COP29 | Los extraterrestres
Necesitamos que aparezcan los extraterrestres y que lo hagan pronto, con mucha fanfarria y gran tamaño, nada de vida microscópica o cosas por el estilo. Que lleguen al estilo «Transformers», «Independence Day» o «War of the Worlds», con mucho escándalo, aunque no con esa violencia. Bueno, en ese caso, pensemos mejor en un estilo «E.T.», con unos amigos de otro planeta repletos de buenas intenciones y muchas ganas de ser ayudarnos a ser mejores seres humanos.
No, no me volví loco. Simplemente he llegado a la conclusión de que necesitamos una sacudida monumental como especie para recuperar la confianza mutua y no seguir con nuestra ruta a la extinción. La desconfianza que tenemos los unos de los otros siguen creciendo y nos impide consensuar aspectos de la vida que, si seguimos sin llegar a un pacto global, nos condenarán a que la sociedad que hemos construido y los avances que hemos tenido simplemente desaparezcan.
Una prueba de ello ha sido lo ocurrido en la COP29, donde los países que más contaminan el planeta han acordado un esfuerzo financiero que es una mofa a lo que realmente se necesita para recomponer los daños que hemos causado. Los países en desarrollo se han sentido, con razón, insultados por el «compromiso» asumido, el cual básicamente se convierte en una suerte de chantaje, pues quienes más carbono emitan podrán comprar créditos a aquellos que no lo hacen para poder seguir con las emisiones.
Además, habrá un costal de dinero muy por debajo de las necesidades, cuya mecánica de repartición es cuestionable y tras la cual permea la desconfianza humana de que el dinero acabe en los bolsillos de cierta gente y no en la financiación del cambio climático, que es su supuesto destino.
Pero el tema ambiental es solo un aspecto de cómo la desconfianza, sumada a los intereses particulares, nos ha polarizado, muchas veces usando la mentira como argumento. Hemos optado por la imposición en lugar del consenso, de la confrontación en lugar del diálogo y de difundir la mentira en lugar de fomentar la verdad.
Sólo un jamaqueón enorme nos hará reaccionar. ¿Serán los extraterrestres? Pienso que sí, y no, no estoy loco.