Educación para mañana
Hace 14 años la organización Cerito y Cruz publicó un vídeo titulado Educación Para Mañana, una disertación brillante en nuece minutos sobre la educación y su impacto directo en la calidad de vida de los dominicanos. El llamado: priorizar la educación como estrategia país.
En ese momento la sociedad se sumó al llamado y surgió la campaña de las sombrillas amarillas por la inversión del 4% del PIB en la educación pública pre-universitaria. Un año después se logra que todos los candidatos a las elecciones presidenciales firmaran el Compromiso Político y Social por la Educación.
Además de la inversión gradual del 4%, el Compromiso incluía otras prioridades, como implementar modelos de gestión basados en el buen uso de los recursos y el desempeño, la dignificación de la carrera docente, una mejor gobernanza del Consejo Nacional de Educación y una estrategia de descentralización, con mayor involucramiento de familias y comunidades, entre otras. Las organizaciones de la sociedad civil firmantes también nos comprometimos y acordamos crear un sistema de monitoreo que se convirtió en la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC).
En el 2013, luego de cientos de horas de diálogo todos los sectores llegaron a un acuerdo que resultó en la firma del Pacto Nacional para la Reforma Educativa (2014-2030), una lista de deseos mucho más amplia que asumió todos los puntos del Compromiso.
En ese momento se empieza la implementación gradual de la inversión del 4%. Se dignificó y empezó a profesionalizar la carrera docente, con importantes avances como la reforma del ISFODOSU, la Normativa para la formación docente de calidad y los concursos de oposición para docentes y directores. Se amplió la cantidad de aulas para lograr tandas completas, se robusteció el Sistema Nacional de Evaluación de Aprendizajes y se incluyó al país en sistemas de evaluación internacionales.
Nueve años después los resultados de las pruebas PISA 2022, aunque insuficientes, demuestran un incremento en puntos básicos en matemáticas y ciencia (con estancamiento en lectura), a pesar del cierre del sistema por la pandemia y de los cambios de Ministro, personal clave y foco, promediando cada 2 años desde 2010.
A partir del 2011 se gestaron una serie de consensos entre toda la sociedad, sin importar el partido político, grupo social o sectores productivos, sobre la necesidad de mejorar el sistema. Sin embargo, hoy nuestro sistema educativo aún requiere foco y voluntad política.
Otros países también han transitado por trayectos parecidos, pero con resultados distintos. A modo de ejemplo el caso del Estado de Ceará (Pobl.: 8.8M, PIB: US$36MM (2022), en Brasil, a finales de la década de los 90 con desafíos similares a los nuestros.
En el 2000, las evaluaciones diagnósticas revelaron que el 48% de los niños de segundo grado en el Municipio de Sobral, en Ceará, no podían leer sílabas básicas. En sólo 4 años, la taza de alfabetización había subido a un 91.7%. En las décadas sucesivas estos pasan a tener uno de los mejores desempeños educativos en Brasil, ajustado por su situación económica. A la fecha han establecido objetivos más altos, y apuntan a ser de los mejores en América Latina.
El Banco Mundial y la organización Research on Improving Systems of Education Programme (RISE) han elaborado estudios que explican en detalle este fenómeno. Relacionado con nuestra realidad y aspiración, resumo los hallazgos más importantes:
Foco: A pesar de que los problemas de la educación eran complejos, múltiples y entrelazados, las autoridades se pusieron como meta lograr un 100% de alfabetización de los niños como base para todo el aprendizaje. Abordaron los demás problemas en torno a lograr esa meta.
Coherencia y Voluntad política: En el centro de las reformas que se impulsaron había un liderazgo político comprometido y con enfoque sostenido. En una entrevista en el periódico The Guardian, el actual alcalde de Sobral indicó: «nosotros hemos alcanzado esta posición porque este es un proyecto de 23 años que ha superado los cambios en alcaldes y secretarios de educación«.
Despolitización y Meritocracia: De las principales reformas estaba el reemplazo de maestros y directores que fueron contratados en función de intereses políticos. Se estableció la contratación de docentes capacitados y directores en base a mérito y, en consecuencia, se les dio más autonomía y se descentralizaron procesos claves.
Evaluación y Monitoreo: Los primeros diagnósticos fueron compartidos públicamente con toda la sociedad y las evaluaciones siguientes se hacían dos veces al año. La comunidad educativa analizaba los resultados para crear una cultura de experimentación, iteración, reflexión y corresponsabilidad enfocados en la mejora continua.
Mucho esfuerzo compartido por la educación en nuestro país los últimos años, pero los resultados aun no son los que esperamos ¿Qué nos ha faltado? Foco en lo importante, en lo fundamental, en lo que no es solo urgente sino la base para el resto de la mejora sostenible. Nos ha faltado coherencia y voluntad política para garantizar la continuidad y el enfoque en los resultados deseados. En la reciente prueba diagnóstica de tercer grado, solo el 17% de los niños lograron un nivel satisfactorio en comprensión lectora, o sea, son alfabetizados. La educación no puede esperar.
A pesar de que los problemas de la educación eran complejos, múltiples y entrelazados, las autoridades se pusieron como meta lograr un 100 % de alfabetización de los niños como base para todo el aprendizaje.