El Reino Unido acusa al servicio secreto ruso de intentar provocar “el caos en las calles británicas y europeas”
Ken McCallum, director general del MI5 —la agencia de seguridad interior del Reino Unido― sabía que su trabajo no sería fácil cuando accedió al cargo en 2020. Cuatro años después, las amenazas a las que su organización debe hacer frente se han duplicado. “Los primeros 20 años de mi carrera estuvieron plagados de amenazas terroristas. Ahora, junto a esas amenazas, nos enfrentamos a asesinatos o a planes de sabotaje encargados directamente por un Estado, con el trasfondo de una gran guerra en territorio europeo”, ha resumido McCallum este martes en el discurso anual en el Centro de Operaciones Antiterroristas de Londres. En ese foro, el responsable máximo del MI5 ha acusado al GRU, el servicio militar de espionaje de Rusia, de estar implicado en una constante misión dirigida a provocar “el caos en las calles del Reino Unido y de Europa”.
Desde que Moscú ordenó la invasión de Ucrania, hace ahora más de dos años, la firme respuesta de la mayoría de los países europeos logró frenar en parte las actividades de inteligencia y sabotaje impulsadas por el Kremlin. Desde entonces, ha señalado McCallum, más de 750 diplomáticos rusos han sido expulsados de varias capitales occidentales, la mayoría acusados de espionaje.
Los gobiernos de Europa mantienen su política de denegar visados a todos aquellos sospechosos de trabajar como espías para Rusia, y eso ha llevado, ha explicado el jefe del MI5, a que los agentes de Moscú hayan acabado contratando a delincuentes o detectives y operativos privados para realizar “el trabajo sucio”. La falta de profesionalidad de algunos de estos planes, ha señalado McCallum, ha facilitado la posibilidad de desmontarlos.
Irán y el ISIS
Desde enero de 2022, los servicios británicos de seguridad han llegado a desactivar hasta 20 complots o planes para delinquir en territorio del Reino Unido que contaban con el respaldo de las autoridades de Irán.
En la mayoría de estos intentos, Teherán se ha servido también de terceras personas, muchas de ellas delincuentes, para llevar a cabo amenazas o intentos de agresión contra supuestos disidentes o críticos del régimen iraní.
Aunque la creciente tensión en Oriente Próximo no se ha trasladado a territorio británico, McCallum no ha descartado la posibilidad de que Irán incrementara sus actividades de sabotaje, si decidiera señalar al Reino Unido como parte interesada del conflicto, por su constante respaldo a Israel.
Junto a la amenaza que suponen las actividades respaldadas por Rusia o Irán, el MI5 ha elevado también las alertas respecto a la organización terrorista del Estado Islámico, que ha recobrado fuerzas en Afganistán después de la retirada del país de las tropas estadounidenses y británicas. El Estado Islámico del Gran Jorasán, también conocido como ISIS-K, extiende su ámbito de actuación a Afganistán, Pakistán, Rusia e Irán, y el MI5 sospecha que ha aumentado su voluntad de ampliar sus atentados a otros territorios.
Se suma a las preocupaciones del servicio británico de inteligencia la actividad de Al Qaeda, que también intenta aprovechar en su ventaja la guerra desatada en Oriente Próximo.
“En el último mes, más de una tercera parte de nuestras investigaciones prioritarias estaban conectadas, en mayor o menor grado, con grupos terroristas con capacidad para actuar en el exterior”, ha indicado McCallum.
El pasado noviembre, los tribunales británicos sentenciaron a 10 y 8 años de cárcel respectivamente a dos hermanos de Birmingham que pretendían viajar hasta Afganistán y sumarse a las filas del ISIS-K.
China, una amenaza diferente
El Gobierno del Reino Unido ha incorporado en los últimos años, dentro de su Estrategia Revisada de Seguridad, a China. McCallum también ha señalado al país asiático como una amenaza más, pero de categoría diferente a la que puedan suponer Rusia e Irán, y mucho más cargada de matices.
“La relación actual entre el Reino Unido y China refuerza el crecimiento económico británico, que sirve a su vez para sostener nuestra seguridad. Pero también hay riesgos que deben ser gestionados”, ha detallado el jefe del MI5. “Son en cada caso decisiones complejas, y corresponde al Gobierno valorar estratégicamente esa relación con China”, ha añadido.
En todo caso, ha concluido McCallum, el número de investigaciones llevadas a cabo por el MI5 conectadas con Rusia, Irán, China o el terrorismo islamista se ha incrementado casi un 50% en el último año.