Cristina Kirchner regresa a la primera línea de la política para enfrentar a Milei
Las señales de Cristina Fernández de Kirchner son inequívocas: apuesta a ganar protagonismo como líder de la oposición a Javier Milei. La expresidenta (2007-2015) se volvió a expresar públicamente este lunes, a través de una carta abierta, con fuertes críticas al Gobierno ultraderechista y con un llamado a la reconstrucción del Partido Justicialista (PJ). El histórico partido del peronismo está acéfalo y todo indica que Kirchner será la principal candidata para conducirlo en las elecciones internas de noviembre próximo.
“Estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también es que acá no sobra nadie”, señala Kirchner en el texto que difundió desde sus redes sociales. “La unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”, añade. Después de que numerosos dirigentes kirchneristas la postularan la semana pasada para presidir el partido, su mensaje fue interpretado en el PJ como la aceptación de la candidatura.
La conducción del partido está vacante desde la renuncia del expresidente Alberto Fernández (2019-2023), quien dejó al cargo en agosto, denunciado por violencia de género por su expareja, Fabiola Yañez. La elección de nuevas autoridades está convocada el 17 de noviembre y también se ha postulado el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, hasta ahora con el apoyo de Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires.
Kirchner viene acumulando pasos en una misma dirección, la de ganar centralidad en la escena política. En las últimas semanas dio a conocer documentos críticos sobre el rumbo del país, cruzó acusaciones con el presidente Milei y con el ministro de Economía, Luis Caputo; la semana pasada también volvió a mostrarse en público, en una recorrida por barrios populares de La Matanza, en el corazón del conurbano bonaerense.
El texto publicado este lunes por la exvicepresidenta alude a Milei como un “showman economista” que “aferrado a la teoría del ajuste permanente […] ha devenido en un espectáculo de mala calidad”. “La figura del presidente de la Nación gritando y agraviando a diestra y siniestra ha comenzado a generar un clima de violencia generalizada que atraviesa todas las capas de la comunidad”, dice. “Todo ello con un telón de fondo donde el feroz programa de ajuste desestabiliza a una sociedad que sigue siendo golpeada con tarifas impagables y salarios que no alcanzan.” A esa combinación la define como “una suerte de extraño y peligroso ‘liderazgo’ del caos y la destrucción del que nada bueno puede resultar para el conjunto de los argentinos”.
Después de las críticas al Gobierno de Milei, Kirchner llama a una renovación generacional del peronismo y aboga por la reconstrucción del PJ “como el instrumento que debe dar el primer paso para reagrupar a todas las fuerzas políticas y sociales detrás de un programa de gobierno que devuelva a esta Argentina sumida en la crueldad y el odio de los necios, la esperanza y el orgullo de ser argentinos”.
Los movimientos de Kirchner se producen cuando la imagen de Milei comienza a perder apoyo social, según revelan las últimas encuestas. El plan económico del presidente ultra redujo el gasto público y bajó la inflación —estabilizada, no obstante, en torno al 4% mensual—, pero lo hizo al costo de sumir a la economía en una profunda recesión, con un fuerte aumento de la pobreza, que hoy alcanza al 52,9% de la población. Por el momento, la dispersión de sus rivales ha impedido que la oposición capitalice el descontento social latente.
A su vez, el interés de Kirchner por conducir al PJ implicará una disputa dentro del peronismo con los sectores que aspiraban a dejar atrás al kirchnerismo. Si bien la expresidenta es la dirigente con mayor peso propio del partido, es también una figura que despierta fuerte resistencia por fuera de la agrupación.
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