Un acuerdo del Congreso evitará el cierre de la Administración antes de las elecciones de EE UU
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha dado un paso al frente este domingo con un acuerdo con los líderes demócratas del Congreso para prorrogar las partidas presupuestarias y evitar un cierre parcial de la Administración en vísperas de las elecciones del 5 de noviembre. La prórroga, aún pendiente de ser votada, extiende las autorizaciones de gasto que vencían a final de este mes hasta el 20 de diciembre. Además, la propuesta incluye fondos adicionales para el Servicio Secreto y para facilitar la transición en la presidencia.
El republicano Johnson ha decidido presentar una propuesta de prórroga —llamada resolución continuada— sin medidas trampa, que sea fácilmente aceptable por los demócratas, aunque se rebele el ala dura de su partido. Solo incluye una partida adicional de 231 millones de dólares para dotar de más medios al Servicio Secreto. El propio presidente, Joe Biden, había pedido más fondos para poder garantizar la seguridad de los candidatos, en particular de Donald Trump, que sufrió un intento de asesinato en Butler (Pensilvania) en julio y otro incidente que se investiga como tal en su club de golf de Florida a mediados de este mes.
Hasta ahora, los republicanos insistían en incorporar a la ley de prórroga presupuestaria, pese a no tener relación con ella, una medida para endurecer los requisitos de prueba de nacionalidad a los ciudadanos para votar. Aunque ya hay que ser estadounidense para participar en las elecciones, los republicanos han creado a partir de casos anecdóticos un fantasma de fraude masivo, una teoría conspiratoria alimentada por el propio Donald Trump, candidato republicano a las presidenciales.
Trump insistía en que se aprobase esa reforma, conocida como ley SAVE, que en la práctica amenazaba con impedir el voto a ciudadanos estadounidenses que no tienen acceso fácil a un pasaporte o un certificado de nacimiento, en un país en que no hay un documento nacional de identidad ni un censo electoral centralizado elaborado por las autoridades.
“Si los Republicanos no consiguen la Ley SAVE, y cada onza de ella, no deben estar de acuerdo con una Resolución Continuada de ningún modo, manera o forma. Los Demócratas están registrando Votantes Ilegales por DECENAS DE MILES, mientras hablamos. Ellos votarán en las Elecciones Presidenciales de 2024, y no se les debería permitir. Solo los ciudadanos estadounidenses deberían votar en nuestra elección más importante de la historia, ¡o en cualquier elección!”, escribió Trump en Truth, su red social esta semana. La anterior había dicho que le parecía bien que se cerrase la Administración si no se aprobaba esa reforma. El expresidente se mueve en el caos como pez en el agua y cree que si las cosas van mal, eso le beneficia.
El 5 de noviembre, sin embargo, no solo se elige al presidente, sino que se renueva toda la Cámara de Representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (33 de los 100). Los congresistas temen que se les culpe de la interrupción de los servicios públicos cuando el 30 de septiembre expire el actual año fiscal.
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
Los congresistas republicanos, sin embargo, no quieren aparecer como responsables de un cierre parcial de la Administración. “Sería políticamente más que estúpido que lo hiciéramos justo antes de las elecciones, porque sin duda nos echarían la culpa”, dijo hace unos días el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.
En una carta a sus colegas republicanos, Johnson dice: “Los comentarios y las ideas de todos han sido muy útiles, y la próxima semana la Cámara tomará la iniciativa y aprobará una resolución continuada limpia de tres meses para evitar que el Senado nos atasque con un proyecto de ley cargado de miles de millones en nuevos gastos y disposiciones no relacionadas. Nuestra legislación será una resolución continuada muy limitada y básica que incluirá solo las prórrogas que son absolutamente necesarias”.
“Aunque no es la solución que ninguno de nosotros prefiere, es el camino más prudente en las circunstancias actuales”, añade el presidente de la Cámara de Representantes. “Como ha enseñado la historia y afirman las encuestas actuales, cerrar la Administración a menos de 40 días de unas elecciones fatídicas sería un acto de mala praxis política”, añade.
“Desde ahora hasta el día de las elecciones, continuaré con mis incansables esfuerzos y mi singular enfoque de hacer crecer nuestra mayoría para el 119º Congreso. Es un gran honor para mí servir con todos ustedes en estos días históricos. El futuro de nuestra excepcional nación depende directamente de nuestro éxito, ¡y confío en que juntos prevaleceremos!”, concluye Johnson su carta.
En un comunicado emitido poco después de que se diera a conocer la nueva propuesta de Johnson, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se mostró “satisfecho” del resultado de las negociaciones, pero reprochó a los republicanos el retraso. “Si bien me complace que las negociaciones bipartidistas condujeron rápidamente a un acuerdo de financiación del gobierno libre de recortes y píldoras venenosas, este mismo acuerdo podría haberse hecho hace dos semanas. En su lugar, el presidente Johnson optó por seguir el camino MAGA y perdió un tiempo precioso. Como he dicho a lo largo de este proceso, solo hay una manera de hacer las cosas: con el apoyo bipartidista y bicameral”, indica.
El líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo que los demócratas evaluarían el proyecto de ley en su totalidad antes de la votación de esta semana, pero con el acuerdo, “el Congreso está ahora en un camino bipartidista para evitar un cierre de la Administración que perjudicaría a los estadounidenses de a pie”.
Republicanos y demócratas tienen ahora la semana entrantes para aprobar la nueva norma. Hay riesgo de que parte de los congresistas republicanos, los miembros del ala más dura del partido, se desmarquen de la propuesta de su líder parlamentario, pues se oponen por sistema a las prórrogas de partidas de gasto. Aun así, no debería haber problema en aprobar la norma con el acuerdo de los líderes del Congreso.
El acuerdo sobre la prórroga no significa que aprobar todas las leyes presupuestarias requeridas antes del 20 de diciembre vaya a ser fácil. Los resultados electorales podrían influir en los cálculos políticos si un partido sale mucho mejor parado que el otro, lo que podría retrasar la lucha hasta principios del año que viene, con el riesgo de un cierre parcial de la Administración en vísperas de la Navidad.
Estados Unidos no tiene una ley presupuestaria, sino una docena, pero es incapaz por sistema de aprobarlas a tiempo del inicio del año fiscal, el 1 de octubre. La última vez que lo hizo a tiempo fue en 1997. Lo habitual es aprobar esa prórroga presupuestaria llamada resolución continuada mientras se tramitan las leyes que habilitan los gastos del ejercicio, que suelen seguir un procedimiento engorroso y complejo, lleno de enmiendas. Las veces en que no hay acuerdo para la prórroga y tampoco se han aprobado las nuevas partidas, se produce lo que se conoce como cierre de la Administración, que implica la paralización de algunos de los servicios no esenciales.