El Gobierno de Portugal prolonga el estado de alerta por los incendios: “Vamos a pasar horas difíciles”
El fuego que está arrasando el norte y el centro de Portugal desde este domingo tiene varios aliados: altas temperaturas, bajas humedades, vientos anárquicos y pirómanos. El primer ministro, Luís Montenegro, llamó la atención sobre la coincidencia en la aparición simultánea de tanto focos en localidades cercanas, como se registró durante la jornada del lunes.
Desde el sábado han sido detenidas cuatro personas por la Policía Judicial y la Guardia Nacional Republicana por su presunta implicación en varios incendios. Una mujer de 47 años fue apresada como sospechosa de haber provocado seis fuegos ocurridos en los últimos días en las localidades de Sebal y Condeixa-a-Nova. “Prendió fuego en zonas con gran masa forestal, poblada por matorral y pino, cercana a la zona urbana, poniendo en peligro la integridad física y la vida de las personas, de las viviendas y de la cubierta forestal en centenas de hectáreas”, informó la Policía Judicial. Otra mujer de 33 años está también detenida como supuesta autora de cinco incendios en Alvaiázere. Los dos hombres arrestados, de 38 y 75 años, sos sospechosos de provocar sendos siniestros en Pombal.
No obstante, las autoridades lusas no disponen de momento de datos para saber cuántos fuegos son intencionados de los 148 registrados en las últimas horas. De ellos, hasta las 10.30 (hora española), 64 incendios estaban apagados o en vías de estarlo. De los otros 84, había 51 en activo, donde se concentraba el grueso del dispositivo de extinción, y otros 30 declarados recientemente. En total, se habían movilizado hasta esa hora 5.163 efectivos, 1.600 medios terrestres y 21 aéreos, según datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil. Los más graves se localizaban en las poblaciones de Albergaria-a-Velha y Sever de Vouga, en el distrito de Aveiro; Oliveira de Azeméis, en el distrito de Oporto, y Coimbra.
Cuatro víctimas mortales
En las últimas horas se ha registrado una cuarta víctima: una mujer que falleció en su casa en Almeidinha, en Mangualde, debido a “muerte súbita”, según la agencia Lusa. En total han fallecido cuatro personas desde el pasado domingo, una de ellas de forma directa al morir carbonizada mientras combatía el fuego y las otras tres, de forma indirecta, por episodios cardiacos. Uno de los fallecidos fue el bombero João Silva mientras participaba en el combate a un incendio forestal en Oliveira de Azeméis.
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Otras 40 personas han sufrido heridas y varias decenas han tenido que ser evacuadas de sus casas. Están cortadas a la circulación tramos en seis autovías y está suspendido el tráfico ferroviario en tres puntos de las líneas del Douro y del Vouga.
El Gobierno prolongó el estado de alerta en el país hasta el próximo jueves. La previsión meteorológica es mala para las próximas horas por las altas temperaturas y los vientos, sobre todo en un centenar de localidades. El peligro de incendio es extremo en más de la mitad del país (el centro y el norte) y solo comenzará a aliviarse a partir del miércoles, según el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera. “Vamos a pasar horas difíciles en los próximos días”, alertó el primer ministro, Luís Montenegro, en unas declaraciones a última hora del lunes.
Montenegro y el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, visitaron la sede central de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil, donde agradecieron tanto el trabajo de los equipos contraincendios como la solidaridad europea. España, Francia, Italia y Grecia han suministrado en total ocho aeronaves para participar en la extinción, tras ser activado el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea el lunes. El primer ministro instó a la población a respetar las indicaciones de los servicios de emergencia y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y los afectados por las llamas.