Iglesia dice se ajusta a los decibeles permitidos
La iglesia Centro Cristiano Soplo de Vida informó que contó con los permisos correspondientes de tres instituciones públicas para realizar algunas actividades con motivo del noveno aniversario de esa congregación, del cual vecinos se quejaron porque son afectados por los ruidos y el estacionamiento inadecuado de vehículos.
Las pastoras Griselda Urbáez y Clarissa Guzmán, en conversaciones con Diario Libre, reconocieron que desde el pasado miércoles y hasta este lunes han estado desarrollando actividades que pudieran afectar a vecinos por la celebración de su aniversario, pero aclararon que esa no es una situación regular.
Urbáez manifestó que ciertamente habilitaron parte de la entrada del templo con una pantalla gigante, debido a que los feligreses no cabían en la instalación. Explicó que normalmente tienen dos cultos los domingos, pero dentro de la iglesia, e insistió en que lo acontecido la semana pasada fue solo por el aniversario. Además de los domingos, hay cultos los lunes y miércoles.
Dijo que a pesar de tener permisos para cerrar la calle Francisco Moreno, en ningún momento hicieron uso de ellos para no afectar el libre tránsito. Mostraron a reporteros de Diario Libre cartas con permisos de la Alcaldía del Distrito Nacional, del Intrant y la Digesett.
Las religiosas precisaron que las actividades que realizan y que pudieran generar sonidos que molesten se hacen dentro de los niveles de decibeles permitidos en lugares como Bella Vista, opinión no compartida por los vecinos.
Con relación a los estacionamientos, tanto Urbáez como Guzmán aseguraron que no obstruyen las entradas de las viviendas y que para eso cuentan con 33 empleados de la iglesia. Indicaron que para la celebración del noveno aniversario, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) les facilitó seis agentes y la Policía Nacional otros 10.
Diario Libre realizó un recorrido por toda la manzana que comprende las calles Francisco Moreno, Higuemota y Sarasota y comprobó que el carril derecho estaba totalmente ocupado de yipetas y otros tipos de vehículos, pero no fue posible comprobar si todos pertenecían a feligreses.
Los vecinos
Algunos vecinos expresaron su inconformidad con las actividades externas de la iglesia, porque principalmente los domingo y lunes no pueden estar tranquilos en sus casas, por los ruidos que se generan en el templo.
«En esta semana ellos han estado muy intensos, porque oí, por las bocinas que se escuchan aquí en el apartamento, que estaban celebrando el nueve aniversario toda esta semana, pero esto está insoportable con el tránsito y la bulla», dijo una vecina que no se identificó.
Explicó que la gente no puede dormir los domingos en la mañana por el bullicio de la iglesia, por lo que la gente tiene que regresar a sus trabajos cansados.
«Después que ellos pudieron la iglesia ahí hemos tenido problemas con el tránsito, ellos mejoraron un poquitito, poniendo gente a ayudar, pero mire cómo está la calle, aquí viene una visita y no encuentra donde parquearse y cogen los parqueos privados», indicó otra residente.
Otro vecino, que tampoco se quiso identificar, dijo que desde hace más de un año y medio la paz se perdió en el sector por la bulla de la iglesia y la ocupación de las calles.
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