La negativa del ministro de Exteriores israelí a recibir a Borrell marca su gira por Oriente Próximo
El alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea comienza este lunes una gira por Oriente Próximo en la que intentó incluir Israel. Josep Borrell acabó descartando ese propósito tras constatar que el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, no lo recibiría, según fuentes comunitarias. El representante de alto rango de la UE más crítico con la invasión de Gaza había sido invitado por el Instituto Van Leer (un centro de estudios con sede en Jerusalén) a pronunciar un discurso este domingo en Tel Aviv y “exploró la opción” de incluir Israel y Cisjordania en su gira regional, señalan las fuentes. Contactó con la oficina de Katz, que le aseguró que no podía reunirse en las fechas propuestas y le ofreció hacerlo más adelante, así que Israel se cayó del borrador de programa. Un portavoz del Instituto Van Leer ha confirmado la existencia de la invitación.
En realidad no queda mucho “más adelante” para otra posible reunión. El jefe de la diplomacia europea tiene previsto dejar su cargo el 31 de noviembre, una salida que podría posponerse. El Gobierno de Benjamín Netanyahu lleva meses indignado por sus denuncias de la situación en Gaza y Cisjordania y, más recientemente, por su iniciativa —que no prosperó— de inscribir en la lista europea de sanciones a aquellos ministros israelíes que “lanzan mensajes de odio inaceptables”, como los ultranacionalistas titulares de Finanzas, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.
Según medios israelíes, Borrell fue exhortado a mantener el encuentro con Katz, sin fijar un día concreto, tras lo que en Israel se conoce como “las fiestas”: una sucesión de festividades judías que caen más o menos en unas fechas en las que Borrell ya no estará en su cargo. El canal de televisión I24 asegura que el rechazo a recibirlo oficialmente es “un mensaje claro de que no es bienvenido en el país”, y que está “directamente relacionado” con sus posicionamientos de los últimos meses. Como sucede desde el reconocimiento por España del Estado palestino el pasado mayo, la portavocía del Ministerio israelí de Exteriores no ha respondido a las peticiones de comentario de este periódico.
El jefe de la diplomacia europea señala por escrito a este diario que la respuesta de Israel fue que la entrevista “no era posible en este momento, por un asunto de agenda”. “Lo que podemos comprender”, agrega, antes de recordar que su voluntad, y su papel en tanto que jefe de la diplomacia de la Unión, es mantener el contacto con las autoridades israelíes, “dadas las difíciles circunstancias, y en línea con repetidos llamamientos de los líderes de la UE, incluido sobre el riesgo de una escalada”. “Mi intención de visitar Israel, presentada a sus autoridades en línea con los usos diplomáticos, solo refleja el compromiso de la UE con mantener su compromiso con la resolución de la crisis actual y la revitalización del proceso de paz. Dimos la bienvenida al ministro de Exteriores Katz para el Consejo de Asuntos Exteriores de enero y esperamos tener un Consejo de Asociación UE-Israel”, apunta.
El Consejo es el foro con cuya revitalización la UE e Israel limaron asperezas en 2022 (durante el pequeño paréntesis de Benjamín Netanyahu al frente del Gobierno) con su primera reunión en una década. Y es también el marco en el que Borrell ha convocado a Katz y a los titulares de Exteriores de los 27 Estados miembros a reunirse para hablar de Gaza. La propuesta no ha fructificado ante el escaso entusiasmo mostrado por parte de los países comunitarios más próximos al Estado judío.
Borrell ya fue, en la práctica, persona non grata en Israel en 2023, antes del ataque masivo por sorpresa de Hamás que desencadenó la guerra. Sufría una suerte de boicot oficioso, sobre todo por sus críticas a la controvertida reforma judicial de Netanyahu. Sin embargo, un encuentro en persona con el entonces titular de Exteriores, Eli Cohen, descongeló el ambiente y el tono cambió.
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Entonces llegó el ataque de Hamás: casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. Borrell se desplazó a Israel, donde recordó su conexión personal con el lugar (pasó el verano de 1969 trabajando como voluntario en un kibutz, donde conoció a su primera mujer) y recorrió con rostro serio Beeri, uno de los kibutz que más sufrió el 7 de octubre. Pero también emitió el mensaje más crítico hasta entonces de un representante de la UE contra la gestación de una crisis humanitaria y los miles de muertos que ya habían dejado los bombardeos israelíes en Gaza. “Un horror no justifica otro”, dijo.
Era noviembre de 2023, cuando la solidaridad con Israel por las masacres de aquel 7 de octubre monopolizaba los mensajes, como durante la visita de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, o en los comunicados de algunas cancillerías occidentales. Hoy, tras diez meses más de guerra, los muertos en Gaza rozan los 41.000.
Polémicas
A diferencia de su predecesor, Katz se ha distinguido desde su nombramiento por sus arremetidas y por su querencia por los montajes con imágenes generadas por inteligencia artificial ridiculizando a líderes internacionales, entre ellos el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta Yolanda Díaz. En junio, se burló de su “rotunda derrota” en las elecciones europeas, ilustrándolos como si les tirasen huevos a la cabeza y etiquetando a los líderes del PP, Alberto Núñez Feijóo, y de Vox, Santiago Abascal.
También han sido particularmente polémicos sus vídeos jugando con los estereotipos nacionales para subrayar el “agradecimiento” de Hamás a los tres países que reconocieron de forma coordinada el Estado palestino (España, Irlanda y Noruega). Israel ya se negó a recibir al representante especial de la UE para la Paz en Oriente Próximo, Sven Koopmans, cuando visitó el país y la ciudad cisjordana de Ramala.
La última polémica con Katz data de finales de agosto. El ejército israelí inició una de sus mayores ofensivas en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada (2005) y el ministro de Exteriores pidió “abordar la amenaza” del mismo modo que en Gaza, “incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y cualquier medida que sea necesaria”. Borrell tildó en Bruselas de “preocupante” el llamamiento a “desplazar gente de Cisjordania, haciendo más o menos lo mismo que han hecho con la gente en Gaza”. El ministro respondió acusando a Borrell de mentir. “Me opongo al desplazamiento de toda población de sus casas”, escribió en X, la red social antes llamada Twitter.
En este contexto, la gira de Borrell se limitará a Egipto y Líbano, dos países clave en el actual momento. El primero, por ser uno de los tres negociadores, junto con Qatar y Estados Unidos, de un alto el fuego en Gaza que no parece nada cercano. “La visita se produce en el marco de la guerra en Gaza, donde la catastrófica situación humanitaria y el destino de los rehenes hacen un alto el fuego más necesario que nunca”, ha indicado el Servicio Europeo de Acción Exterior en un comunicado.
La importancia de El Cairo ha aumentado en los últimos días, por la insistencia de Netanyahu en mantener el control militar de la frontera de Gaza con Egipto, el conocido como Corredor Filadelfia, cuando acabe la guerra. La exigencia de nuevo cuño ha dejado las negociaciones en punto muerto, ya que no figuraba en lo acordado y porque Hamás insiste en la retirada completa de las tropas israelíes. El lunes, Borrell se reunirá en El Cairo con el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi. Un día más tarde, lo hará con el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdelati, y asistirá a una reunión de ministros de Exteriores de la Liga Árabe. El jefe de la diplomacia europea visitará el lado egipcio del paso fronterizo con Gaza de Rafah, completamente cerrado desde que el ejército israelí se hizo con su control el pasado mayo.
La importancia de la siguiente etapa, Líbano, reside en la guerra de baja intensidad que Israel y la milicia Hezbolá mantienen desde hace once meses, con el permanente temor de que se vaya de las manos. Picos como los de esta semana habrían derivado hace tiempo en conflicto abierto, con un bombardeo israelí que mató a tres trabajadores de emergencias y el lanzamiento en un solo día por Hezbolá de hasta cien cohetes. Borrell se reunirá allí con el primer ministro, Nayib Mikati; el presidente del Parlamento, Nabih Berri; el comandante de las Fuerzas Armadas, Joseph Aoun, y el ministro de Exteriores, Abdalá Bu Habib.
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