La hermana de Mariah Carey pasó sus últimas semanas en un hospicio
El fallecimiento de Alison Carey, la hermana de la icónica cantante Mariah Carey, ha salido a la luz, revelando detalles dolorosos sobre sus últimos momentos. Alison, quien murió a los 63 años, pasó sus últimas semanas en un hospicio, enfrentando una serie de problemas personales y de salud que marcaron su vida.
Según informaciones reveladas por su amigo cercano, Dave Baker, Alison Carey vivió sus últimos días en un hospicio debido a complicaciones relacionadas con sus órganos internos.
Baker, que conoció a Alison durante los últimos nueve años y fue su cuidador en los últimos meses, describió a la mujer como alguien con una «apariencia dura» pero con una personalidad «muy inteligente, cálida y sensible». Su vida, sin embargo, estuvo marcada por desafíos significativos.
Relación de las hermanas Carey
La relación de Mariah Carey y su hermana tuvo un triste final ya que, como contó Baker a The Sun, Alison nunca se logró reconciliar con la intérprete de «Emotions».
Alison tuvo que enfrentar numerosos problemas a lo largo de su vida, incluidos problemas de adicción a las drogas y un diagnóstico de VIH desde la década de los noventa. Su situación económica era precaria, y, según los informes, sobrevivía gracias al trabajo sexual en las calles de Nueva York.
Supuestamente, aunque Mariah sabía de la enfermedad de Alison, no hizo ningún esfuerzo por reconectar con ella ni en sus últimos días.
«Alison estaba triste porque su ‘hermana menor’ había cortado el contacto con ella. Hablaba de eso con frecuencia. Se preguntaba si Mariah o alguno de sus familiares asistiría a su funeral«, dijo Baker al medio estadounidense.
¿Cuándo falleció Alison?
El fallecimiento de Alison coincidió con la muerte de su madre, Patricia Hickey, quien también murió recientemente por causas aún no esclarecidas. La coincidencia de estas dos pérdidas ha sumido a Mariah Carey en un dolor aún mayor, según dijo la cantante.
La historia de Alison Carey, con su vida llena de dificultades y su final solitario, es un recordatorio sombrío de cómo las relaciones familiares pueden desmoronarse y de la importancia de la conexión humana en los momentos críticos de la vida.