Rusia castiga a Ucrania con uno de los mayores bombardeos de la guerra
Ucrania ha sufrido este lunes uno de los mayores bombardeos rusos de la guerra por un ataque combinado de más de 100 misiles y un centenar de drones bomba que ha causado graves daños en el sistema energético de 15 provincias. Los servicios de emergencia ucranios han informado de una treintena de heridos y cinco muertos.
La operación rusa ha durado unas 10 horas y en ella han participado 17 bombarderos y cuatro buques en el mar Negro que han disparado misiles de crucero Kalibr. El ataque incluso ha apuntado a la provincia de Transcapartia, en el oeste del país, que en los dos años y medio que dura la guerra solo había sido alcanzada un par de veces. Las Fuerzas Aéreas ucranias han informado del derribo de 102 de 117 misiles disparados por Moscú y de 99 de 109 drones.
Los cortes en el suministro eléctrico y de agua se han instaurado en todo el país. En la ciudad de Poltava, que no ha sido atacada, la interrupción de ambos servicios se ha aplicado de forma generalizada. El ataque ruso ha sido de tal envergadura que en múltiples aldeas de toda Ucrania, también en Poltava, se han visto los drones bomba Shahed y los cohetes volando en dirección a las ciudades objetivo. EL PAÍS ha podido observar dos Shahed sobrevolando la comarca de Mírgorod hasta que, en su aproximación a la capital de este distrito, han sido abatidos por ametralladoras antiaéreas.
El Gobierno ucranio había planeado volver a exportar electricidad a finales de agosto tras dos meses en los que se habían reducido los ataques rusos a su red eléctrica, en buena parte gracias al refuerzo de los sistemas antiaéreos ucranios tras un incremento de la ayuda de sus aliados internacionales. El plan de exportar ha sido revertido, y Moldavia, que está conectada a la red ucrania, ha sufrido interrupciones en el servicio. Otro efecto del bombardeo en el exterior de Ucrania ha sido la entrada en el espacio aéreo polaco de un dron bomba ruso Shahed.
Kiev ha sido uno de los principales objetivos del Kremlin. Una de las principales centrales hidroeléctricas de la capital, la de Víshgorod, ha sido dañada, así como otra infraestructura en la capital: un misil ruso ha impactado en la presa de Víshgorod, que regula el agua del mayor embalse del río Dniéper a su paso por la ciudad. Las autoridades han asegurado que es imposible destruir este dique con misiles. Su derribo causaría una catástrofe en Kiev.
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
El bombardeo ha seguido la táctica que las Fuerzas Aéreas rusas han ido perfeccionando a lo largo del año. Esta busca desbordar las defensas antiaéreas haciendo coincidir en el espacio aéreo ucranio, al mismo tiempo los drones bomba Shahed con misiles balísticos y de crucero. Los cohetes han seguido trayectorias de distracción, cambiando su rumbo en varias ocasiones para confundir a las defensas antiaéreas.
Los líderes políticos de Ucrania han subrayado que para detener una agresión de esta magnitud necesitan utilizar los misiles de largo alcance aportados por las fuerzas de la OTAN en territorio ruso. Los bombarderos rusos disparan sus armas a cientos de kilómetros de Ucrania y el presidente Volodímir Zelenski ha insistido en la necesidad de poder atacar sus aeródromos o incluso abatirlos en el aire: “[El presidente ruso, Vladímir] Putin solo puede actuar dentro de los límites que el mundo le marca. La debilidad y respuestas inadecuadas alimentan el terror. Cada líder, cada uno de nuestros socios, sabe qué acciones decisivas son necesarias para terminar esta guerra de forma justa. Ucrania no puede ser limitada en su capacidad de largo alcance cuando los terroristas no afrontan estas restricciones”. Zelenski ha mencionado en concreto a Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, que impiden a Kiev utilizar en Rusia sus misiles de largo alcance ATACMS y los Storm Shadow / Scalp.
Pese a su limitación con misiles de largo alcance, Ucrania está intensificando su capacidad de golpear objetivos en Rusia a cientos de kilómetros de su frontera con drones bomba. Unos aparatos no tripulados han dañado en la mañana de este lunes una refinería de crudo en la provincia rusa de Omsk, a 2.300 kilómetros de Ucrania. En las últimas 24 horas también ha sufrido un ataque la base de las Fuerzas Aéreas rusas en la provincia de Sarátov y también uno de los drones ucranios ha impactado contra un rascacielos de viviendas.
“La voluntad de destruir nuestra industria energética le va a costar caro a Rusia: su propia infraestructura”, ha amenazado en su cuenta de Telegram el jefe de la oficina del presidente ucranio, Andrii Yermak.
El sábado, día en el que se conmemoraba la Independencia de Ucrania, Zelenski anunció que uno de los ataques recientes contra las posiciones rusas se llevó a cabo con un nuevo dron misil a reacción capaz de recorrer cientos de kilómetros. También el sábado, un misil ruso Iskander destruyó un hotel en Kramatorsk en el que se hospedaba un equipo de la agencia Reuters. El asesor de seguridad del grupo resultó muerto y dos periodistas fueron heridos, uno de ellos permanece hospitalizado en estado crítico.
Intervención de los países vecinos
El Kremlin había enviado mensajes en las dos últimas semanas de que respondería con dureza a la ofensiva ucrania en la provincia rusa de Kursk. Las Fuerzas Armadas de Ucrania han tomado desde el 6 de agosto el control de cerca de un centenar de aldeas rusas en esta región.
Zelenski ha reclamado a sus vecinos y aliados en la OTAN que intervengan con su fuerza aérea para abatir misiles y drones rusos. El jefe de Estado ucranio ha vuelto a recordar que Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han intervenido en la defensa aérea de Israel cuando Irán la atacó el pasado abril. “Podríamos hacer mucho en Ucrania para proteger vidas si la aviación de nuestros vecinos europeos operara en coordinación con nuestros F-16 y nuestros sistemas de defensa aérea”, ha afirmado Zelenski en un comunicado. “Si esta unidad ha sido efectiva en Oriente Próximo, también debe funcionar en Europa. La vida tiene el mismo valor en todas partes”, ha advertido.
La principal preocupación actual es evaluar los daños causados por el ataque, según ha informado la empresa estatal Ukrenergo, responsable de la gestión de la red eléctrica. Los bombardeos rusos contra el sistema energético ucranio dejaron al país en primavera con cortes diarios de luz de más de seis horas. El Gobierno advirtió que el invierno sería el peor en lo que va de guerra, con interrupciones de la luz y otros servicios en los que la electricidad es fundamental que podían superar las 10 horas. Los meses de verano, en los que los misiles rusos redujeron su destrucción en centrales y subestaciones eléctricas, dieron esperanza a los ucranios de que la próxima temporada de frío transcurriera sin tantas penurias. Una esperanza que este lunes ha quedado hecha añicos.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.