El caramelo de Educación
El ministerio de Educación se ha convertido en claro objeto del deseo. Apetecido por muchos y por lo mucho. Le corresponde el cuatro por ciento del PIB y eso significa una montaña de recursos. Es un ministerio problemático y bregar con la Asociación Dominicana de Profesores es para quitar el sueño. Pero para un político con aspiraciones, dar empleo a la claque es una necesidad. Tantos aspirantes y, sin embargo, al ministro actual, ratificado, hubo que convencerlo para que se quedara en el puesto.