Un populista crítico con las ayudas a Ucrania le disputa el puesto al primer ministro en las elecciones de Croacia
Bruselas sigue de cerca las elecciones legislativas de Croacia de este miércoles, que se celebran anticipadamente y en las que hay muchos elementos atípicos. Pero tal vez lo más preocupante para las autoridades europeas sea el hecho de que un dirigente crítico con la política de Croacia respecto a las ayudas para Ucrania, el presidente del país, Zoran Milanovic, se haya erigido como el principal oponente del partido favorito en las encuestas, la Unión Democrática Croata (HDZ), encabezada por el primer ministro, Andrej Plenkovic. Formalmente, Milanovic no puede encabezar la lista electoral porque ocupa la presidencia, pero ha dejado claro que tomará las riendas del Gobierno si gana su partido.
El enfrentamiento entre Plenkovic (54 años) y Milanovic (57 años y miembro del Partido Socialdemócrata) viene de lejos, pero se acentuó desde la invasión de Rusia en febrero de 2022. Aunque Milanovic declaró en su día “inaceptable” la violación de la soberanía ucrania por parte de Moscú, también se mostró crítico con la política de ayuda a Ucrania. El presidente croata sostiene que ese país no forma parte de la OTAN y, por tanto, Croacia no tiene obligaciones respecto a él. Mientras, el primer ministro le acusa de “rusofilia” y de actuar como “un funcionario del Kremlin”.
Dusan Dinic, miembro del centro de análisis alemán Friedrich Naumann Foundation, explica en un correo electrónico que Milanovic rechazó el año pasado una oferta del primer ministro Plenkovic para entrenar a un número limitado de soldados ucranios en Croacia. “Milanovic utiliza encuestas de opinión que sugieren que alrededor del 70% de los croatas no apoya la participación de Croacia en la guerra. Su conclusión es que Estados Unidos lucha contra Rusia a través de Ucrania”, indica el analista.
Dinic también sostiene que si Milanovic vence en las legislativas, estará mucho menos abierto que el Gobierno actual a cualquier participación croata en la guerra. “Y también estará a favor de la política de ‘Croacia primero’ respecto a la UE. Está dispuesto a vetar las decisiones de la UE si no satisfacen los intereses de los croatas que viven en Bosnia y Herzegovina”, reflexiona.
Uno de los elementos atípicos de estos comicios, en los que están llamados a votar 3,7 millones de ciudadanos para elegir a 151 diputados, es que se celebran un miércoles. El presidente Milanovic sorprendió a todo el mundo fijando la fecha en un día laborable y declarándolo festivo.
Más inusual aún es que el propio presidente Milanovic se haya presentado como candidato a primer ministro, cargo que ya ocupó entre 2011 y 2016. El Tribunal Constitucional croata le recordó el pasado 18 de marzo que debería renunciar a la presidencia si concurría a las elecciones. Milanovic no dimitió y ha asegurado que solo lo hará si vence en las urnas.
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La argucia que permitiría a Milanovic proclamarse primer ministro consiste en que su formación política, el Partido Socialdemócrata (SDP), se ha presentado a las elecciones encabezando la lista Ríos de Justicia (Rijeka Pravde). Esta ha presentado como candidato oficial a Peda Grbin, ya que Milanovic no puede serlo por no haber dimitido, pero los partidos de esta lista se han comprometido a nombrarle primer ministro a él si ganan los comicios. En este supuesto, Milanovic sí dimitiría como presidente.
Sin mayoría absoluta
Las últimas encuestas vaticinaban que el conservador HDZ, de Plenkovic, podría obtener alrededor de 60 de los 151 escaños (frente a los 66 de las últimas elecciones), mientras que la coalición liderada por el socialdemócrata SDP obtendría entre 44 y 45 escaños, al menos tres más que en 2020. El tercer puesto lo ocuparía el derechista Movimiento Patria, opuesto a la inmigración (14 escaños) y los ecologistas de Mozemo vendrían después con nueve diputados. Todos los sondeos descartan la mayoría absoluta y anticipan la necesidad de formar un Gobierno de coalición.
Durante la campaña electoral, las diatribas de Milanovic se centraron en la corrupción, personalizada en la figura de Plenkovic. Dusan Dinic explica que el principal instrumento de la lucha contra la corrupción en el programa de los socialdemócratas es el fortalecimiento de la independencia del poder judicial. “Pero esto no se discutió en detalle durante la campaña. El tema de la corrupción se limita, principalmente, a despotricar contra Plenkovic y a afirmar que él, Milanovic, es menos corrupto que el HDZ, lo que en realidad no es particularmente difícil”, opina.
La Unión Democrática Croata (HDZ) ha gobernado el país durante 26 de los últimos 33 años desde la caída de Yugoslavia, entre 1991 y 1992. Uno de sus principales logros ha sido la incorporación, el año pasado, al euro y a la zona Schengen. A pesar de que la economía creció un 2,8% en 2023, más del doble del promedio de los 27 países de la UE (1,2%), muchos ciudadanos se quejan del coste de la vida. Mientras en la zona euro la inflación media fue del 2,4%, en Croacia alcanzó el 4,9%, solo superada por Rumania (6,7%), según Eurostat.
Dinic recuerda que una treintena de ministros han dimitido desde que Plenkovic ejerce como jefe del Gobierno, “a menudo a causa de la corrupción”. El analista añade que uno de los casos más polémicos, que llegó a provocar protestas en las calles el pasado febrero, fue la publicación de la correspondencia entre el fiscal general, Ivan Turudic, nombrado por el HDZ, y un exfuncionario gubernamental investigado por la Oficina de Represión de la Corrupción y el Crimen Organizado de Croacia.
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