Héctor Martínez Cabruja reflexiona sobre interés de la música clásica
El compositor y director de orquesta dominicano Héctor J. Martínez Cabruja cree que hay más interés de los jóvenes por la música clásica que hace 60 años, cuando de niño quería incursionar en ese mundo.
El director de Grupo Cascada y creador de obras sinfónicas que han interpretado artistas de la talla del tenor dominicano Francisco Casanova afirma que hay mucho talento en el país, pero a la vez muchos retos, y uno de ellos es la falta de visibilidad o exposición mediática que tienen los jóvenes músicos.
En una entrevista en las instalaciones de Diario Libre, Martínez Cabruja, compositor de obras sinfónicas y populares en los ritmos de merengue y bachata, reflexionó sobre la música clásica en República Dominicana y de su carrera de más de 50 años.
«Muchos están interesados. Hay mucho talento. Cuando yo estudié todavía el país no estaba abierto al mundo y teníamos solo lo que había aquí. Pero hoy día, Berklee College of Music, regala una semana de profesores y siempre destina una cantidad de millones de dólares para dar becas a estudiantes dominicanos», abunda el artista de 73 años de edad.
Menciona que una de las becas la patrocina Michael Camilo que es para el mejor estudiante de ese año.
«Esos muchachos humildes se han ido con todo pago a Boston a prepararse. Esto no sucedía en el tiempo que yo estudié”, dice.
Por igual la Fundación Sinfonía ofrece un masterclass; llevan a un artista al Conservatorio y los estudiantes tocan para ellos.
Recuerda que en su juventud se hacían cursos en el Teatro Nacional y los daban los eminentes Catana Pérez y Julio Ravelo de la Fuente.
“En tres meses en esos cursos llegabas a entender la profundidad de esa música grande. Si no promueves eso como Estado qué va a aprender la juventud”, comenta el también ingeniero.
Retos y falta de apoyo
Para él se debe mejorar la técnica para tocar cualquier instrumento.
Menciona a dos pianistas jóvenes que llegan a la categoría de estrellas y genios: la pianista china Yuja Wang y el pianista y compositor ruso Daniil Trifonov; este último ha tocado varias veces en el TN y su esposa es dominicana.
«El reto de nuestros músicos dominicanos es grande porque en muchos países se está estudiando mucho y se están perfeccionando»Compositor dominicano
Cabruja asistió hace unos meses a un recital de una muchacha que toca viola en la Orquesta Sinfónica Nacional. Pero la información no se dio a conocer en los medios ni por el Ministerio de Cultura.
«Ese tipo de cosas no puede ser, porque el país que no pregona su cultura, la cultura no avanza, y un país sin cultura es un pueblo amorfo».
En el restaurante Fusao emerge cada semana una propuesta digna de escuchar. El jazz se apodera y músicos profesionales tocan allí. El pasado 14 de febrero actuaron el pianista Miguel Andrés Tejada y la cantante Raquel Payano.
Un anécdota con Michael Camilo
Cabruja estudió en el mismo colegio que su compañero Michael Camilo.
Recuerda que en los recitales del colegio el niño prodigio Camilo era más pequeño que su instrumento, el acordeón.
Hace varios años ofreció aquí dos conciertos de piano. Héctor Martínez Cabruja estuvo con Michael Camilo en los ensayos del segundo concierto que duró tres horas.
«Yo nada mas de oírlo estaba cansado. Cuando terminó le dije – tú debes de estar agotado con tres horas de ensayo- y él respondió: ¿agotado yo? Yo toco diez horas diarias, nada más toqué tres».
Para el compositor, tocar como lo hace Camilo «tiene que ser así”.
Otro ejemplo que refiere es el de una excelente violinista que tocaba en su grupo Cascada y se fue a Canadá a estudiar a los 18 años de edad con una beca.
“En ese momento ella era el mejor violín que tenía RD y luego me dijo –allá yo soy la más mala– Entonces, si ella quería alcanzarlos tenía que estudiar mucho”.
En efecto, considera, para alcanzar la perfección hay que dedicarse por entero.
De la nueva camada el director de Grupo Cascada destacó a Gabriela Gómez, quien tiene un doctorado en Música de los Estados Unidos.
Desea lanzar libro «Misa Criolla Dominicana»
En este 2024, el deseo del ingeniero y compositor dominicano es poder editar como libro las partituras de la «Misa Criolla Dominicana» para regalar a los estudiantes y profesionales y ponerlos a circular en coros fuera del país para que se conozca la música dominicana.
La “Misa criolla dominicana” fue el concierto realizado en 2011 en el Teatro Nacional con sus composiciones para celebrar los 500 años de la fundación de la iglesia dominicana.
Son las partes de la misa, en vez de rezadas, cantadas y Héctor Martínez lo dirigió e incorporó ritmos dominicanos.
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El “Agnus dei” es una bachata; el “Santus” es una mangulina.
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El “Gloria” es un merengue; “El credo” es una criolla, el ritmo folclórico romántico del siglo XIX.
Su interés es que alguna entidad apueste con él a la publicación de esta obra que no tiene ánimo de lucro sino un aporte para la música dominicana.
De su trayectoria
Uno de sus logros y memorias felices es haberle compuesto 12 canciones al fenecido tenor dominicano Francisco Casanova, el artista que tuvo el privilegio de cantar en la Scala de Milán, el famoso teatro de ópera.
Una de esas es “Mariposas dominicanas”, cuyo texto es de la mecenas y presidenta del Centro León, María Amalia León y música de Martínez Cabruja.
Héctor J. Martínez Cabruja fue director asociado del Coro de la Catedral por 18 años. Cada año escribía dos canciones para los conciertos de Navidad en la Catedral; una para el coro grande y otra para el coro de niños.
Disco «Ha llegado la Navidad»
El Banco de Reservas hizo una grabación de su música para Navidad para preservar su obra y fue la oportunidad perfecta para unir a Danny Rivera con Nathalie Peña Comas en el CD «Ha llegado la Navidad» (2018) con letra y música del protagonista, editado y auspiciado por la entidad financiera.
“Me llenó de felicidad cuando él le dedicó dos de esas canciones a mi señora esposa Giselle Haché y Nathalie es como si fuera mi hija; la conozco porque estudiaba con uno de mis hijos desde chiquitita”, expresó.
El dilema
Cuando Martínez tenía 11 años de edad tenía un dilema: «quiero ser ingeniero o quiero ser músico».
Un día dijo, -pero ven acá ¿y qué me impide a mi hacer las dos cosas?- Eso hizo.
Héctor participaba en el coro de diferentes escuelas que ensayaba en un salón de su colegio La Salle en 1967.
Empezó estudiar música muy jovencito, a los 14 o 15. A la hora de ir a la universidad su padre lo mandó a Puerto Rico a estudiar ingeniería y allá continuó a la par en el coro sinfónico universitario y recibió clases gratuitas del director de orquesta.
Al llegar a República Dominicana tampoco se detuvo. «Cuando voy a ingresar al Conservatorio Nacional de Música el profesor que daba la cátedra de Composición falleció y estuvo cerrada por 15 años«, cuenta.
Tiempo después trajeron un extranjero y abrieron la cátedra. Recuerda que cuando ese señor llegó «ya éramos unos viejos to’».
Compartió aula con los músicos Bienvenido Bustamante, Félix del Rosario y Nelson Lugo.
El Grupo Cascada
Héctor Martínez Cabruja dirige su propia orquesta, el Grupo Cascada, desde el año 1991 cuando renunció a un coro de aficionados que dirigió por 22 años.
Está compuesto por puros profesionales del canto: las sopranos Paola González, Pura Tyson y Cibeles Márquez.
«La mezzosoprano Glenmer Pérez estuvo un tiempo con nosotros», añade.
Con su grupo participaba en los programas de televisión y diversos conciertos en Bellas Artes y el Teatro Nacional.
Cascada tiene unas capacidades vocales excepcionales. Consta de 14 voces y el acompañamiento es tan grande o pequeño, según el cliente. Puede ser un piano o hasta 25 músicos. Actualmente su mayor enfoque es la música para bodas.
«Mi carrera más importante es la composición. Mi interés en la música siempre fue escribir para coros y orquesta», concluye.