Significado del Miércoles de Ceniza
Este miércoles 14 de febrero no solo se celebra el Día del Amor y la Amistad, es también Miércoles de Ceniza, fecha que marca el inicio de la Cuaresma, periodo de reflexión de 40 días en el que los fieles católicos se preparan para la Pascua de Resurrección.
Significado del Miércoles de Ceniza
El uso de la ceniza se asocia con el significado de humillación y penitencia. La ceniza era utilizada en la cultura bíblica para expresar arrepentimiento. Cuando se cometía una falta contra Dios y se quería hacer penitencia, las personas se cubrían con ceniza desde la cabeza a los pies.
Es en el siglo VI, en tiempos de San Gregorio Magno, que se empieza a practicar como parte de los actos propios de la liturgia cristiana, según explica el doctor Ernesto Ávalos López, director del Centro de Estudios Humanísticos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (México).
Durante el Miércoles de Ceniza el Pontífice bendecía los cilicios que los penitentes iban a llevar durante toda la Cuaresma (cuarentena previa al sacrificio de Jesucristo) y les imponía la ceniza. En el siglo XI, el Papa Urbano VI ordenó que fuese impuesta a todos los fieles.
¿De dónde se obtiene la ceniza?
La ceniza que se impone en la frente de los feligreses en forma de cruz no es de cualquier tipo: es la que se obtiene de la incineración de las palmas que se bendijeron el Domingo de Ramos del año anterior.
El sacerdote, al marcar cada frente, pronuncia las palabras: «Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás», para hacer reflexionar sobre lo efímera que es la vida terrenal, la dependencia del ser humano en la gracia divina y el trance de la muerte.
Esta ceremonia no debe verse como un simple acto de protocolo. Quien recibe la marca de la cruz con cenizas en su frente debe tener una disposición de verdadero espíritu de contrición, pues de lo contrario sería un acto de hipocresía.
De acuerdo con la tradición, durante este periodo el ayuno es obligatorio para los cristianos de 18 a 59 años. Solo se debe consumir agua y comidas ligeras, evitando en especial la carne roja. Esto como expresión de solidaridad con Cristo.