México recibirá partido inaugural de una Copa Mundial por 3ra ocasión
Desde que la FIFA anunció que México, Canadá y Estados Unidos compartirían la sede del Mundial del 2026, los dirigentes mexicanos no ocultaron su anhelo por ser anfitriones del partido inaugural. Deseo cumplido.
El Estadio Azteca de la capital mexicana recibirá el partido inaugural de la próxima Copa del Mundo, anunció el domingo la FIFA.
El Tri debutará en casa el 11 de junio. Su segundo partido será en el estadio Akron de la occidental ciudad de Guadalajara el 18 y cerrará la primera fase en el «Coloso de Santa Úrsula» el 24.
Será la primera vez en la historia que un estadio recibe tres partidos de inauguración de la Copa del Mundo. Antes fue sede en 1970 y 1986, con el Brasil de Pelé y la Argentina de Diego Maradona consagrándose campeones, respectivamente.
«Por algo tenemos un Mundial por tercera ocasión, es porque somos grandes anfitriones, es un país lleno de oportunidades que se desvive por el turismo y los que nos acompañen en el Mundial se llevarán una buena experiencia de nosotros», dijo el seleccionador mexicano Jaime Lozano.
El Estadio Azteca además fue anfitrión de la inauguración de los Juegos Olímpicos en 1968.
«Estoy emocionado, va a ser una fiesta total, este país destaca por como vibra la afición y tener un tercer juego inaugural en su historia será memorable», dijo Lozano. «En este estadio fue campeón (Diego) Maradona y Pelé, es importante para el fútbol y será inigualable».
Guadalajara y Monterrey también fueron ciudades sede en las Copas del Mundo de 1970 y de 1986. Pero esos partidos se realizaron en otros estadios que han sido reemplazados por escenarios de más reciente creación y que necesitarán ligeras adecuaciones para recibir el Mundial.
No es el caso del Azteca, que requerirá diversas modificaciones a unas instalaciones que fueron inauguradas hace casi seis décadas.
Los dueños del inmueble no han dado a conocer todavía con precisión las adaptaciones que se le harán, pero el escenario no cuenta con escaleras eléctricas, ni elevadores, ni áreas con amenidades para los aficionados que se han vuelto una necesidad en los nuevos estadios.
«Este estadio tiene alma y corazón y en la remodelación se está cuidando mucho eso», dijo el dueño del estadio Emilio Azcárraga. «Yo he tenido la oportunidad de estar en otros estadios que pueden ser más modernos, más bonitos, pero pierden esa alma, ese corazón y esa historia. Este estadio en 2026 va a ser no sólo el más funcional sino el estadio que más alma y corazón va a tener».