¿La presencia de Guy Philippe agudizará relación de Haití y RD?
El expolicía haitiano Guy Philippe, quien encabezó golpes de estado contra presientes de su nación, René Preval y Jean-Bertrand Aristide, ya está de vuelta en su tierra, tras ser deportado desde Miami, Estados Unidos, donde cumplió una condena de lavado de dinero procedente del narcotráfico.
Philippe es un hombre conocido por causar revueltas. Aparte de enfrentar a compatriotras suyos, también se le acusa de internar contra sus vecinos: en 2005, seguidores suyos atacaron la caravana del presidente dominicano de ese entonces –Leonel Fernández-, quien viajó a Haití para estrechar relaciones comerciales.
El retorno a Haití sucede en medio de la incertidumbre que atraviesa esa nación. Por un lado, está la falta de autoridad para enfrentar a las bandas que controlan más del 70 % de la población, y por el otro, está el impasse con República Dominicana por la construcción del canal en el río Masacre.
Precisamente el martes, Philippe visitó la zona de Juana Méndez donde se levanta la obra y fue recibido como un «héroe». Allí, en medio de seguidores, emitió un discurso en que, además de criticar al primer ministro Ariel Henry, culpó a la Embajada de Estados Unidos por los males que afectan a esa nación y aseguró que los haitianos «podemos construir cuantos canales entendamos necesarios».
Las declaraciones podrían ser el «caldo de cultivo» para motivar a un pueblo con falta de autoridad y alargar el conflicto entre ambos países. Sin embargo, algunos especialistas consultados creen que su presencia tenga impacto y sugieren no darle protagonismo.
No hacerle caso
Nelson Darío Espinal, especialista en mediación y negociación, entiende que su presencia no afecta la relación entre ambos pueblos y califica a Philippe como un «dirigente más del pueblo haitiano que está tratando de montarse en el discurso populista, antinacionalista antidominicano para tratar de ganar espacio».
En ese sentido, recomienda restarle importancia a «esos personajes que sigan esos discursos», quienes están en su derecho de opinar, pero que los derechos de la nación están por encima de las «declaraciones populistas de cualquier dirigente».
Sobre la declaración de Philippe sobre el canal en el Masacre, calificó ese discurso como «tremendista» y «populista» para tratar de ganar terreno en medio de la situación.
Espinal además entiende que en 2024 hay que poner atención a lo que sucede a lo interno de Haití, como la llegada de la misión internacional con los militares de Kenia y otros países.
El manejo de la situación
El sociólogo Inocencio García entiende que la presencia de Philippe complica, no solo la situación interna de Haití, sino la relación entre ambos pueblos.
Expresa que el Gobierno dominicano no ha sabido manejar bien la situación y cita que no debió «darle el palo al panal de avispas» con la situación en la frontera, como el despliegue militar, el 15 de septiembre de 2023, acto que consideró «innecesario».
En ese sentido, la presencia de Philippe en la zona evidencia de que, en el corto plazo, las relaciones bilaterales puedan ser reestablecidas.
Expandir el comercio
De su lado, el catedrático de Relaciones Internacionales Arsenio Hernández entiende que el Gobierno dominicano no debe enfocarse en Guy Philippe o Claude Joseph, porque caería en su política de provocación, sino en normalizar el comercio fronterizo y llevar el intercambio comercial a otras islas, como Cuba.
Además, citó que debe poner énfasis en la construcción de la presa sobre el río Dajabón o Masacre y las tomas de agua que se puedan derivar de ella. «Hay que ocuparse de cuestiones esenciales, no de la politiquería de cada día», expresó Hernández.
Hay que vigilarlo
Mientras que Juan González entiende que la presencia de Phillippe no evidencia incremento del desacuerdo, pero sugiere observar su comportamiento, «ya que es probable que busque aprovechar la crisis en la vive el vecino país, la cual pudiera agudizarse en las próximas semanas, debido a que hay sectores exigiendo al primer ministro, Ariel Henry, que abandone el poder antes del 7 de febrero próximo».
Debido a eso, recomendó que las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, deben enviar lo más pronto posible la fuerza internacional para la estabilización de Haití, porque de lo contrario, los problemas en el vecino país se podrían agudizarse en los primeros meses del 2024.