Presidente paraguayo anuncia cambios en su Gabinete en ‘aras de pacificación’
El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, anunció este sábado la renovación de cuatro de sus ministros, entre ellos el de Salud y Educación, en el marco de la crisis política acentuada por la falta de suministros ante la pandemia y una protesta ciudadana violentamente reprimida por la Policía, lo que hizo que la oposición pidiera su renuncia.
El mandatario afirmó en un mensaje grabado que los cambios, que incluyen al Ministerio de la Mujer y al responsable del Gabinete Civil, fueron tomados ‘en aras de la pacificación’ y ante las expectativas de la ciudadanía.
‘Soy una persona de diálogo, no de confrontación, y mi compromiso es escuchar a todos, tanto a los que aprueban a nuestro Gobierno como a los que no’, dijo el mandatario, que acotó que se evaluarán otros cambios en esta semana.
Asimismo, el presidente, del conservador Partido Colorado, se comprometió a que el Ministerio de Salud hará todos los esfuerzos para la consecución de insumos en tiempo y forma.
‘El mandato será el de hacer todos los esfuerzos posibles para garantizar a la población la provisión de medicamentos en tiempo oportuno con estricto respeto a los procesos administrativos vigentes’, señaló.
El presidente aseguró que la libertad de expresión está garantizada en el país, si bien no hizo autocrítica de la actuación policial del viernes contra ciudadanos que denunciaban su gestión de la pandemia y la escasez de medicamentos en los hospitales públicos.
No obstante, dijo lamentar los hechos y expresó su solidaridad con los heridos en los incidentes, una veintena entre policías y manifestantes.
‘Salir adelante de esta crisis requiere del concurso de todos y voy a mostrar la apertura necesaria con espíritu democrático frente a las sugerencias, críticas y aportes que se puedan realizar’, dijo.
Ministros controvertidos
De acuerdo con su mensaje, los cambios afectan al ministro de Educación, Eduardo Petta, muy criticado por el gremio de docentes y sectores estudiantiles, y a la ministra de la Mujer, Nilda Romero, cuestionada desde que este mes propusiera hacer un reconocimiento al mandatario con motivo de la celebración del Día de la Mujer Paraguaya.
El otro cargo destituido es el jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, con rango de ministro, que este mes de enero fue interpelado en el Congreso por una reunión mantenida con emisarios de Juan Guaidó, el líder opositor venezolano.
En esa reunión, que fue objeto de críticas al conocerse a través de un medio estadounidense, se trató la reducción de la deuda petrolera de Paraguay con la estatal venezolana, que según Villamayor no llegó a buen puerto ante la falta de garantías de que el tribunal parisino que arbitra el caso validara el acuerdo.
En el caso del ministro de Salud, el cargo estaba ocupado de forma interina por Julio Borba, que sustituyó el viernes a Julio Mazzoleni, que renunció ante la presión de las protestas del gremios de enfermeros por la falta de insumos.
El mandatario no indicó quienes serán los sustitutos, de quienes dijo que ‘pondrán el hombro sin mezquindades para hacer frente a este momento de emergencia que vive la Patria’.
En el momento que se emitió su mensaje, varios centenares de personas se manifiestan en el microcentro capitalino pidiendo la renuncia de Abdo Benítez y de todo el gabinete.
Se trata de la segunda marcha consecutiva para demostrar el hartazgo ciudadano ante la gestión gubernamental de la pandemia y la lentitud para conseguir vacunas para inmunizar a la población.
La marcha por el centro capitalino transcurre sin incidentes, tras la violencia desatada la víspera, según el Gobierno provocada por grupos de infiltrados.
Los principales partidos de la oposición coincidieron este sábado en que la salida a la crisis política del país, tras los violentos incidentes de la víspera en Asunción, pasan por el abandono del poder del presidente y del vicepresidente, Hugo Velázquez, y por la convocatoria de nuevas elecciones.
Los presidentes de esas formaciones rechazaron la actuación de la Policía del viernes frente al Congreso, cuando se dispersó con balines de goma, gases y camiones hidratantes un concentración de varios centenares de personas que denunciaban la falta de productos y medicinas en los hospitales y criticaban la gestión del Gobierno ante la pandemia de coronavirus.