Rusia asegura que Ucrania ha lanzado una ofensiva a gran escala sobre Donetsk
Rusia asegura que ha llegado el momento que todo el mundo esperaba. Según el Ministerio de Defensa ruso, Ucrania inició este domingo la tan esperada contraofensiva que tiene que cambiar el rumbo de la guerra para liberar los territorios ocupados por Rusia. Kiev ha puesto en marcha una campaña de silencio informativo en el país: la orden es que no debe comunicarse ningún detalle sobre las acciones de su ejército. Pero múltiples fuentes militares rusas, y también observadores extranjeros de referencia, confirman que las Fuerzas Armas ucranias han pasado al ataque en el este, en las provincias de Donetsk y Zaporiyia. “El enemigo ha lanzado desde la mañana del 4 de junio una ofensiva a gran escala en cinco sectores del frente sur de Donetsk, en la que ha incorporado las 23ª y 31ª Brigadas Mecanizadas de la reserva”, ha anunciado el Ministerio de Defensa ruso. El organismo que dirige Serguéi Shoigú ha publicado un vídeo donde se observa a vista aérea cómo decenas de vehículos blindados cruzan el campo de batalla. “Han estado involucrados en total seis batallones mecanizados y otros dos de tanques del enemigo”, señala Moscú en su comunicado. “El objetivo del enemigo era romper nuestras defensas en el sector que era, en su opinión, más vulnerable”, agrega antes de afirmar que el ataque fue repelido. “No tuvo éxito”.
La versión oficial de Moscú contrasta con los mensajes de los observadores rusos en el frente. Semion Pegov, periodista militar ruso de referencia, y el comandante Alexander Kohdakovski han informado de avances ucranios en el frente sur de Donetsk, fronterizo con la provincia de Zaporiyia. Pegov ha precisado que unidades ucranias han llegado hasta la aldea de Novodonetske, justo en los límites de los territorios ocupados por Rusia. Kohdakovski ha detallado en sus redes sociales que el ejército ucranio simuló el domingo un ataque fallido desde la vecina Velika Novosilka, pero estaban acumulando fuerzas para lanzarse sobre Novodonetske.
Kohdakovski ha añadido este mediodía que en esta parte del frente, las posiciones defensivas rusas han identificado por primera vez en combate los tanques Leopard, los blindados alemanes suministrados por los aliados ucranios en la OTAN. “La situación es difícil, solo en Novodonetske hemos detectado 30 blindados del enemigo”, afirmó Kohdakovski.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), ha asegurado en su análisis diario de la invasión que las Fuerzas Armadas ucranias también habrían avanzado en el frente de Zaporiyia, al otro lado de la línea divisoria con Donetsk. Los progresos son limitados, según estima el ISW a partir de información de canales de Telegram rusos, de no más de tres kilómetros. El grupo de análisis militar ruso Rybar también ha resaltado que las tropas de Kiev han pasado a la ofensiva en Mala Tokmachka, más al suroeste en el frente de Zaporiyia. Estos ataques indicarían que el ejército ucranio podría probar romper el frente de Zaporiyia, por el flanco norte y sur. Esta línea de guerra es considerada la más decisiva para Ucrania porque permitiría avanzar hacia la costa del mar de Azov, teniendo más a tiro con su artillería las principales vías de suministro de las tropas rusas hacia el frente sur y hacia Crimea.
Las tropas ucranias también habrían redoblado los esfuerzos sobre Bajmut. En esta ciudad de Donetsk, arrasada y en manos del ejército ruso desde el pasado mayo, el periodista militar ruso Sasha Kots ha confirmado esta madrugada que la infantería ucrania estaba lanzando asaltos en los barrios del suroeste de Bajmut, y que la artillería estaba golpeando duramente Soledar, pueblo colindante a Bajmut también ocupado por Rusia. El comandante del Ejército de Tierra ucranio, Oleksandr Sirskii, ha publicado un mensaje este lunes asegurando que sus soldados estaban avanzando en Bajmut. Euromaidan, medio ucranio, ha dado por hecho de que sus tropas han vuelto a tomar posiciones dentro de la ciudad, en los barrios perimetrales del sur. Yevegeny Prigozhin, líder de la compañía de mercenarios Wagner, ha comunicado que tropas ucranias están a punto de tomar el control de Berkhivka, una pedanía al norte de Bajmut que lleva meses bajo control ruso.
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Ataques en suelo ruso
La presión aumenta sobre el Kremlin. Al mismo tiempo que prácticamente todas sus fuerzas se atrincheran dentro de Ucrania para hacer frente a una ofensiva ucrania a gran escala, sus propios territorios permanecen desprotegidos ante las incursiones y bombardeos rivales. Que la situación en Donetsk y Zaporiyia es más prioritaria para el Kremlin que Bélgorod lo demuestra que el ministerio de Defensa informara hoy que Valeri Gerásimov, jefe del Estrado mayor ruso, seguía las operaciones militares cerca de estas provincias del territorio ucranio. Según el gobierno de la región rusa fronteriza de Bélgorod, las Fuerzas Armadas ucranias dispararon esta noche más de 70 cohetes desde sus sistemas de lanzamiento múltiple Grad sobre la aldea de Nóvaya Tavolzhanka, en el maltratado distrito de Shebékino.
El objetivo de Kiev es que la presión de la población rusa de la frontera obligue al Kremlin a mover sus fuerzas del frente, y así debilitar el frente. Según las autoridades de Bélgorod, en la última semana han sido dañados 67 edificios de apartamentos y 370 casas unifamiliares en el distrito de Shebékino, sometido a un intenso bombardeo sin parangón con los ataques puntuales vividos durante el resto de la guerra.
Bélgorod, cuya capital está separada de la ucrania Járkov por apenas 60 kilómetros por carretera, ha sido el blanco de las incursiones de grupos de saboteadores apoyados por Kiev. El último tuvo lugar este mismo domingo. Unas unidades de la agrupación ultranacionalista Legión de la Libertad de Rusia, formada por voluntarios opositores al Kremlin, asaltaron Nóvaya Tavolzhanka y capturaron al menos a cuatro soldados rusos.
Se desconoce si estos prisioneros eran soldados profesionales, reclutas en servicio militar o voluntarios de las milicias amateur que ha formado la región para protegerse. El gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, presidió un consejo de emergencia y se ofreció a acudir a un encuentro para intercambiar los prisioneros. “Nuestros muchachos están en sus manos. Lo más probable es que los hayan matado, sin importar lo difícil que sea para mí decirlo, pero si están vivos, de 17 a 18 horas en el puesto de control de Shebékino. Garantizo su seguridad”, dijo Gladkov públicamente este domingo.
El encuentro no tuvo lugar. Pasado el plazo dado por Gladkov, la Legión de la Libertad de Rusia publicó un vídeo con cuatro supuestos prisioneros rusos en el que denunció que el gobernador regional no se presentó a su propia cita. “Todo el poder de Rusia Unida —el partido de Putin—, representado por el gobernador Gladkov, se queda sentado y asustado en sus cómodas oficinas mientras dejan a su gente en nuestras manos. Ahora que finalmente hemos entendido lo podrido y cobarde que es el Gobierno al mando, no tiene sentido comunicarse con ellos”, dijo la agrupación en un comunicado.
Ayer también se supo que junto a los rusos opositores a Putin emboscados en Bélgorod están combatiendo unidades de voluntarios polacos. Fuentes de las fuerzas especiales ucranias indican a EL PAÍS que hay otros grupos extranjeros apoyando a los ultranacionalistas de la Legión de la Libertad de Rusia. El uso de armamento de los aliados occidentales de Ucrania en los asaltos en territorio ruso causan preocupación. El Gobierno belga pedirá explicaciones a Kiev por el uso de su armamento suministrado a Ucrania en esta operación. The Washington Post ha reportado este lunes que también ha sido utilizado material estadounidense, polaco y checo. Para Estados Unidos y para las principales potencias de la Unión Europea es una línea roja que sus armas no se utilicen contra territorio ruso.
Las autoridades ucranias han apuntado en las últimas semanas a que su ofensiva era inminente. El presidente Volodímir Zelenski concedió una entrevista publicada este fin de semana por The Wall Street Journal en donde aseguraba que su país ya está preparado para lanzar el ataque. “Creo que hoy ya estamos listos”, respondió el mandatario antes de reunirse con los líderes europeos en Moldavia.
Los aliados de Kiev también creen haber cumplido su parte. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE UU, John Kirby, aseguró el pasado 2 de junio que todas las armas necesarias para la contraofensiva ya habían sido transferidas. Esto incluye carros de combate M1A1 Abrams y kits JDAM para convertir los proyectiles de caída libre en bombas inteligentes capaces de planear largas distancias para caer sobre su objetivo.
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