Exceso de veteranía
Durante años, al PLD le faltó oposición. Una oposición inteligente, fundamentada y constante es uno de los derechos y mejores defensas del ciudadano. El PLD no la tuvo nunca y esta fue una de las causas que derivaron en su desgaste y en los derroteros que tomaron algunos de sus funcionarios.
Al PLD le toca, pues, entender su papel en esta etapa ante un gobierno perremeísta que llegó a Palacio tan empujado por los que lo querían allá como por quienes simplemente querían sacar al PLD. Recuperarse, para el PLD, pasa por hacerse oír y no sólo quejas y críticas.
La capacidad de hacer una oposición útil obliga a la renovación de los cuadros peledeístas, porque el desgaste de los veteranos es evidente. No sólo es la corrupción de la que son acusados algunos, es que el recuerdo de las mismas caras rotándose en los ministerios y/o pontificando desde el Comité Político no ayudará a generar confianza.
Danilo Medina será elegido presidente del partido. Él sí sabe la fuerza que tenían cuando con cuarenta años llegaron al Palacio en 1996. Esa juventud que les dio las ideas para innovar en aquel momento, la audacia para romper algunos códigos y para gobernar con la frescura… que los años y el poder les hicieron perder.
Al PLD le hace falta un Comité Político más irreverente, que combine juventud y experiencia. Atreverse a ser elegido y no solo “aclamado” sería un buen comienzo. No puede perder mucho tiempo; aunque aún muy lejos, la Fuerza del Pueblo también quiere ser oposición.
El domingo unos y otros, enemigos irreconciliables por el momento, darán pasos decisivos en sus respectivas estructuras. El que haga los movimientos más inteligentes tendrá mejores opciones.
Ya no hay laureles sobre los que dormirse.