Marruecos alega “malentendidos profundos” con Alemania y suspende el contacto con su embajada
El ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, envió el lunes por la tarde una circular a los miembros de su Gobierno en la que anuncia la “suspensión de todo contacto” con la embajada de Alemania en Rabat. Las causas que alega son “malentendidos profundos” en “cuestiones fundamentales” para Marruecos. La diplomacia marroquí ha demostrado en muchas ocasiones que el Sáhara es su ocupación “fundamental” y se baraja que por ello los principales medios marroquíes apunten hacia esa cuestión, aunque el escrito de Burita no la menciona.
El sitio digital Le360, que dispone de excelentes contactos oficiales, indica que Berlín ha mostrado “una hostilidad inusual” hacia Marruecos en relación con su integridad territorial. Y añade que el representante alemán ante la ONU solicitó en diciembre una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad, después de que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental. Una reunión en la que, según este medio, el representante alemán distribuyó a los medios de comunicación acreditados una “declaración virulenta”. Fuentes diplomáticas marroquíes señalan que la suspensión de contacto se limita a la embajada y a los organismos que dependen de ella. Y no significa una congelación de las relaciones diplomáticas.
La carta de Burita no se dirige directamente a la embajada alemana, sino hacia los miembros del Gobierno marroquí en una misiva interna que fue filtrada a los medios locales el lunes por la noche. Los diplomáticos alemanes destacados tanto en Rabat como en Berlín se enteraron del contenido de esta misiva a través de los medios locales y de las redes sociales.
Los contactos entre Marruecos y sus socios europeos se han visto alterados desde que Donald Trump concedió el 10 de diciembre a Rabat el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, al margen de la ONU. Desde entonces, el ministro Burita ha declarado en varias ocasiones que la Unión Europea debe salir de su “zona de confort” para avanzar tras los mismos pasos que ya franqueó Trump.
El mismo día en que Trump anunció el acuerdo con Marruecos –que implicaba también el inicio de relaciones diplomáticas de Rabat con Israel– Marruecos postergó la celebración de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con España que tenía previsto celebrar el 17 de diciembre en la capital marroquí. El pretexto oficial era y sigue siendo la pandemia. Pero a día de hoy, la cumbre bilateral no tiene ninguna fecha fijada.
Al día siguiente del acuerdo anunciado por Trump, el Ministerio de Exteriores alemán emitió un comunicado en el que aplaudía la normalización de las relaciones entre Israel y Marruecos. Pero añadía que la posición del Gobierno alemán respecto al Sáhara Occidental no había cambiado y que seguía apoyando la búsqueda de una solución aceptada por las dos partes y bajo la mediación de la ONU. La jefa de la diplomacia española, Arancha González Laya, advirtió en su día de que la resolución del conflicto “no depende de la decisión unilateral de un país, por muy grande que sea”. Y volvió a remitirse a la ONU, tal como han hecho todos los ministros españoles que la han precedido, desde que España abandonó su colonia en 1975.
Entre los “malentendidos profundos” que alega el jefe de la diplomacia marroquí contra Alemania, parte de la prensa local menciona el hecho de que Marruecos no fuese invitado a participar en la conferencia de Berlín sobre Libia, celebrada en enero de 2020. Marruecos había acogido en 2015 a las partes libias durante los acuerdos de la ciudad de Sjirat, y sintió como un desplante el hecho de que no se le acogiera junto a los representantes de la Unión Europea, Rusia, Turquía, Estados Unidos y Egipto.
Sin embargo, ese supuesto desplante de Berlín hacia Rabat no impidió que el ministro Burita elogiase el 2 de diciembre “la excelencia de la cooperación entre los dos países”, tras una entrevista telefónica con el ministro alemán de Cooperación Económica y de Desarrollo, Gerd Müller, según recuerda la Agencia France Presse (Afp). Berlín acababa de desbloquear 1.387 millones de euros de apoyo financiero para Marruecos. Entre ellos 202,6 millones eran donaciones y el resto se componían de créditos en condiciones muy ventajosas para combatir la pandemia.
Alemania ocupaba en 2019 el quinto lugar entre los principales clientes de Marruecos. Compra el 3,2% de sus exportaciones y se sitúa por detrás de España (24,1%), Francia (21,6%), Italia (4,7%), Estados Unidos (4,0%). Y se encuentra entre sus siete principales proveedores, por detrás de España, Francia, China, Estados Unidos y Turquía. También es el país que escogió el presidente de la vecina Argelia, Abdelmayid Tebún, el pasado octubre para ser trasladado desde Argel y tratado por urgencia de la covid-19. Argelia, que es el principal socio y protector del Frente Polisario, mantiene buenas relaciones con Alemania.