Irán logra una victoria parcial en el Tribunal Internacional de la ONU en un litigio con EE UU
Irán ha obtenido una victoria parcial frente a Washington en un litigio relacionado con fondos de la República Islámica congelados en Estados Unidos. Si bien el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) ha concluido este jueves que no tiene jurisdicción para exigir a Washington que libere los cerca de 1.750 millones de dólares (1.605 millones de euros) del banco central iraní Markazi, como pedía Teherán en una demanda, sí ha admitido que debe indemnizarse a empresas del país afectadas por la medida.
Los fondos del banco central iraní están retenidos en una entidad estadounidense por orden de las autoridades para indemnizar a las víctimas de ataques terroristas conectados supuestamente a Teherán. Pero en un fallo complejo, los jueces han señalado también que Estados Unidos ha permitido que sus tribunales congelasen también bienes y recursos de empresas iraníes, lo que supone una violación del Tratado de Amistad firmado por ambos países en 1955, antes de la Revolución Islámica de 1978.
El Banco Markazi no puede equipararse a una empresa y no está cubierto por el tratado, pero Washington deberá negociar una compensación para Irán por las medidas contra empresas del país. De no llegar a un acuerdo en 24 meses, resolverá el propio TPI. La decisión llega en un momento de nuevas tensiones entre ambos países. La semana pasada, un dron iraní atacó una base estadounidense situada al noreste de Siria, lo que causó un muerto y varios heridos.
Esta batalla legal en La Haya tiene su origen en 2002, cuando el entonces presidente George W. Bush firmó una ley federal que permitía a víctimas de atentados terroristas reclamar indemnizaciones por atentados que hubieran sido “patrocinados” por un país. Teherán denunció a Estados Unidos en 2016, cuando el Tribunal Supremo estadounidense concluyó que un ataque en Beirut sucedido en 1983, en el que murieron 299 personas, entre ellos 241 marines, fue patrocinado por Teherán.
Pero el TIJ ha dictaminado que “el acuerdo [de amistad entre ambos países] estaba vigente en el momento de la congelación de los activos de las empresas y entidades comerciales”, según el presidente del tribunal, Kirill Gevorgian. De ahí la compensación que se decreta para empresas iraníes.
Irán y Estados Unidos no mantienen relaciones diplomáticas desde el asalto a la Embajada estadounidense en Teherán, en 1979, por parte de estudiantes radicales. Pero Washington no se retiró oficialmente del Tratado de Amistad hasta 2018, después de que fueran congelados los bienes iraníes.
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Durante el proceso ante el TPI, Estados Unidos ha sostenido la nulidad de la petición iraní de recuperar el dinero del Banco Markazi. Los bienes iraníes fueron congelados en 2012, tras una orden ejecutiva presidencial. La misma abarcaba tanto el banco nacional de Irán como “las instituciones financieras de propiedad o bajo su control, cuando estos bienes se encontraran dentro del territorio de Estados Unidos”, según los documentos del TIJ.
Durante el proceso, Irán ha rechazado una vinculación con el atentado de Líbano, así como otros ataques, y ha calificado la situación de “violación del derecho internacional”, y un intento de desestabilización de su Gobierno.
La decisión judicial supone una victoria a medias para el Gobierno iraní. En un mensaje de su Ministerio de Asuntos Exteriores, publicado en su canal de Telegram, insiste en “el comportamiento erróneo de Estados Unidos”; también en “la legitimidad” de las reclamaciones iraníes. El TIJ resuelve litigios entre Estados y sus fallos son vinculantes, pero carece de medios para forzar su cumplimiento. Tanto Estados Unidos como Irán han hecho oídos sordos en el pasado.
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