Ponderan trayectoria del barítono Fausto Cepeda
Artistas, empresarios y amigos acudieron este lunes a darle el pésame a los familiares del destacado barítono Fausto Cepeda, quien falleció la madrugada del pasado domingo en la Plaza de la Salud.
Sus familiares recibían la condolencia en la capilla D de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln. Un violinista se encargó de interpretar algunas piezas.
Ingrid Cepeda, una de sus hijas agradecía la solidaridad. “Fue una gran batalla que libró nuestro padre, estamos muy agradecidos de las manifestaciones de afectos que hemos recibido, así como del apoyo de la presidencia de la República Dominicana y del Ministerio de Cultura, entidades que nos ayudaron con el tratamiento médico”, comentó Ingrid Cepeda.
Cepeda permaneció ingresado en la Plaza de la Salud en donde era tratado por un cáncer, así como otras complicaciones. En vida le pidió a sus familiares que cuando falleciera, su cadáver fuera cremado.
Fausto Cepeda, fundador de la Compañía Lírica, junto a los artistas Frank Lendor, Arístides Incháustegui, entre otros, dejó una gran impronta como persona y en el plano profesional. Así lo expresaron personalidades como Carmen Heredia, asesora de cultura del Poder Ejecutivo, el maestro Dante Cucurullo, la maestra María Irene Blanco, la directora de la Compañía Lírica, Ondina Matos y el barítono Frank Lendor.
Destacan su calidad artística y personal
Carmen Heredia expresó su reconocimiento a la trayectoria de Fausto Cepeda, de quien dijo logró destacarse con una de las grandes voces del canto lírico en el país. “Es una gran pérdida y expresamos nuestra solidaridad con toda su familia, así como a sus compañeros de labor”, puntualizó Heredia.
“Fausto Cepeda es un icono del canto lírico que surgió en un sector marginado de la ciudad de Santo Domingo (Villas Agrícolas). En los años 50 el tenía que ir a Radio Televisión Dominicana a los concursos, en donde ya no quería que concursaba porque siempre se llevaba el primer lugar. El nació artista”, dijo Ondina Matos, directora de la Compañía Lírica.
Lo definió como un gran luchador que se entregó a trabajar a favor del canto lírico. “Tuvo una vida artística fructífera, participó en la inauguración del Teatro Nacional, actuó en todas las óperas que allí se montaron y en Bellas Artes. Era una persona muy solidaria, tanto que lo vi un día quitarse sus zapatos para dárselo a un indigente y el llegar descalzo a su casa, esa parte humana pocos la conocieron, vivió para la música”, recordó la soprano.
Fue un promotor de la música. En Azua, lugar en donde vivió en los últimos años se encargó de llevar agrupaciones líricas y de otras áreas. “Él es un digno representante del canto lírico y de la cultura nacional”, sentenció Matos.
La maestra de piano y ex titular del Conservatorio Nacional de Música, María Irene Blanco elogió su talento.
“Para mí es la figura representativa del canto porque amaba tanto su quehacer artístico que lo vivía en cada momento. Uno lo llamaba para una participación y lo hacía con gusto, así como con desprendimiento. Cuando asumía su rol como cantante lo hacía con calidad. Lo tengo como un recuerdo que permanecerá mientras viva, porque fue un modelo a seguir”, comentó.
El maestro Dante Cucurullo, compositor y director sinfónico rememoró que la última vez que habló con él, fue para presentarle un proyecto artístico en el que quería rendirle tributo al fenecido artista Eduardo Brito.
“Todos quedamos con el compromiso de mantener su nombre en alto en la memoria de los dominicanos. Tenemos una deuda con Fausto Cepeda ya que nuestra última reunión con el fue a principio de año y para presentarnos su idea para hacer un musical en honor a Eduardo Brito”, sostuvo Cucurullo.
«Fausto Cepeda era una persona muy solidaria, tanto que lo vi un día quitarse sus zapatos para dárselo a un indigente y el llegar descalzo a su casa, esa parte humana pocos la conocieron, vivió para la música»Soprano
Exhortó a los músicos, gestores culturales y artistas a mantener viva su memoria para todos los dominicanos.
El reconocido artista, abogado, locutor y periodista, Frank Lendor fue amigo de Fausto Cepeda. Al igual que el fenecido, vivía en Villas Agrícolas, por lo que le unió una gran amistad de más de 50 años.
“Para mi hablar de Fausto es referirme a nuestra infancia. El fue de una familia de artistas, era sobrino político de Eduardo Brito, quien estaba casado con su tía Rosa Elena Bobadilla, una de las mejores voces contra alto en el país, y su hermana Luisa Cepeda Bobadilla, fue nuestra soprano lírica ligera durante más 50 años”, puntualizó Frank Lendor.
Lendor dijo que compartieron una vida profesional y personal juntos. “Para mí fue un barítono de excepción porque podía cantar como tenor y barítono, en una ocasión durante el montaje de la ópera Otello, el hizo el tener. Era una persona con una disciplina aguerrida, fue un defensor de las artes a nivel nacional”.
Frank Lendor recordó que al igual que él, Fausto Cepeda se opuso a la creación del Ministerio de Cultura, porque entendía que esa función la desempañaría mejor la Dirección General de Bellas Artes.
“Los dos consideramos que era improcedencia de la creación del Ministerio de Cultura porque en todo caso le pertenecía a la Dirección General de Bellas Artes por las catorce instituciones que dependen de ella. Fausto fue visionario y eso lo hemos visto ahora porque la burocracia ha marcado distancia de nuestra cultura, ese fue Fausto, un cultor del arte permanente. Él tenía la mejor voz de barítono de todos los tiempos”, indicó Lendor.
Fausto Cepeda Bobadilla falleció a la 1:00 de la madrugada de este domingo, 25 de diciembre, en la Plaza de la Salud, tras batallar contra el cáncer de próstata. Dedicó 47 años de su vida profesional la Dirección General de Bellas Artes y 66 en la Compañía Lírica Nacional.
El barítono Fausto Cepeda Bobadilla nació el 20 de octubre de 1939, en Santo Domingo, y comenzó sus estudios musicales con el profesor Fausto Vizcaíno a la edad de 14 años. Un año después hizo su primera presentación profesional cantando junto a la vedette cubana Aidita Artiaga en el Teatro Julia. Estudió canto con los destacados maestros Rafael Sánchez Cestero, Vito Castorini, José Dolores Cerón y Pedro Contín Aybar.
Al graduarse de la escuela de canto de La Voz Dominicana, ingresó en el Conservatorio Nacional de Música, donde estudió con las profesoras Briseida Corletto, Aura Marina del Rosario, y con el profesor Rafael Sánchez Cestero.
Cepeda debutó como cantante operático en el año 1963, en el rol de Alfio, de la ópera Cavalleria Rusticana. Durante 27 años fue solista del Coro Nacional y ayudante de dirección. Fue fundador de la Compañía Lírica Dominicana. En 1978 fue contratado por la compañía Gratelli, de Miami, para cantar en las zarzuelas El cafetal y Luisa Fernanda, con lo que obtuvo tal éxito que le fue otorgado el Premio ACCA en 1978 al mejor artista extranjero.