Peloteros preocupados por falta de competitividad
Gerrit Cole y otros peloteros exigirán cambios a fin de que los equipos busquen ser competitivos, como parte de las inminentes negociaciones laborales que podrían llevar a un paro al comenzar la campaña de 2022.
Muchos veteranos que no son astros han aceptado recortes sustanciales en sus salarios durante los años recientes. Otros rechazaron esas rebajas y se retiraron.
El sindicato de jugadores ha manifestado su preocupación por la posibilidad de que algunos clubes estén reduciendo su nómina de las mayores a fin de reconstruirse con jóvenes, incluso a costa de sufrir muchas derrotas en la temporada. Los gerentes de los clubes suelen defender esa práctica como una forma de concentrarse en la obtención de nuevas herramientas en el largo plazo.
«Para mí, todo se reduce a la competitividad», dijo el jueves Cole, de los Yanquis de Nueva York. «Tenemos a muchos veteranos muy buenos que ofrecen espectáculo, un estilo destacado de jugar y que de manera continua son expulsados porque aumenta el valor superavitario de los jugadores jóvenes. Los análisis están llevando a este deporte hacia esa dirección. Y queremos tener un ámbito abierto para que los clubes sean capaces de encontrar talento y valor».
Cole está comenzando la segunda temporada de un contrato por nueve años y 324 millones de dólares, el mayor entre los lanzadores. Fue elegido en diciembre como uno de los ocho integrantes de la subcomisión ejecutiva del sindicato, el órgano principal en la definición de políticas.
El salario promedio de las Grandes Ligas cayó por tercer año consecutivo, algo sin precedentes, incluso antes de que la campaña se abreviara por la pandemia.
El sindicato calculó que el promedio de 2020 había sido de 3,89 millones de dólares si se hubiera realizado la temporada completa. Se trata de un descenso de 4,2% respecto del promedio de 2019, de 4,05 millones de dólares, y representó una baja de 5,2% en comparación con el promedio récord, de poco menos de 4,1 millones, registrado en 2017.
En vista de que la pandemia causó que los peloteros recibieran apenas el 37% de su salario el año pasado, el promedio real se hundió a 1,59 millones, su menor nivel desde 1998.
«Hay siempre una preocupación cuando el salario promedio está cayendo», manifestó Zack Britton, relevista de los Yanquis y otro miembro del comité ejecutivo. «Sí, definitivamente hay temas que nos gustaría cambiar. Y pienso que las Grandes Ligas quisieran cambiar ciertas cosas también. Pero hasta donde tengo conocimiento, vamos a abordar esto».