La evanescencia del mal
La velocidad y la gravedad de los acontecimientos que nos arrollan tienen como contrapartida la evanescencia del mal. Este se esfuma, se desvanece, banalizado. Un disparate. Ocurre solo un mes después del asalto al Capitolio de Estados Unidos, incitado por Trump, con 147 legisladores votando contra la confirmación de la verdad. Que Biden ganó sobrado la votación popular y también la mayoría en el colegio electoral. Cómo se puede olvidar tan rápidamente el inédito golpe sed…
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS