La UE evita poner sobre la mesa nuevas sanciones a Rusia pese a las tensiones y el ‘caso Navalni’

La UE evita poner sobre la mesa nuevas sanciones a Rusia pese a las tensiones y el ‘caso Navalni’

Tras años de confrontación y desencuentros, la Unión Europea trata de reiniciar sus relaciones con Rusia, con la polémica condena al opositor ruso Alexéi Navalni y la represión de las manifestaciones pacíficas en apoyo al activista de fondo. En la primera vista de un alto representante en Política Exterior de la UE a Moscú desde 2017, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha reconocido este viernes que los vínculos con el país euroasiático están en “su punto más bajo” por el caso del activista. Aunque por otro lado ha apuntado que de momento no está sobre la mesa aplicar nuevas sanciones contra Moscú, sino el interés de “cooperar” y seguir siendo su primer socio comercial. En una rueda de prensa en la que el incómodo elefante en la habitación, el caso del líder opositor, lo ha sobrevolado todo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha criticado la “arrogancia” de la UE a la hora de dar lecciones sobre represión ciudadana y ha asegurado que Rusia está abierta a crear “una trayectoria constructiva”, aunque considera que la UE “no es un socio confiable”.

Mientras Borrell y Lavrov conversaban, el opositor ruso Alexéi Navalni comparecía por segunda vez en una semana, en otro de los múltiples procesos judiciales que enfrenta, esta vez acusado de difamación a un veterano de guerra por comentarios en las redes sociales sobre un vídeo llamando a votar en el referéndum sobre la Constitución del pasado julio y que cimentó la posibilidad del presidente ruso, Vladímir Putin, de perpetuar en el poder.

Este caso podría aumentar la pena de tres años y medio a la que fue condenado el pasado martes (de los que tendrá que cumplir dos años y ocho meses) por un caso derivado de una sentencia que hace cuatro años el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró “arbitraria e injusta”. Una condena criticada por la comunidad internacional y que llega después de que el opositor, de 44 años, fuera detenido el 17 de enero nada más regresar a Moscú desde Alemania, donde se recuperó del envenenamiento de este verano en Siberia que casi le cuesta la vida.

“Mi visita coincide con el arresto y sentencia de Alexéi Navalni y la detención de miles de manifestantes”, ha dicho Borrell en la rueda de prensa. “Como es de esperar, le he transmitido al ministro Lavrov nuestra profunda preocupación y he reiterado nuestro llamamiento a su liberación”, ha añadido en una breve referencia al caso del activista anticorrupción, sobre el que también ha explicado que Bruselas ha pedido a Moscú que investigue el envenenamiento.

El jefe de la diplomacia europea ha dejado claro que Bruselas no tiene planes inmediatos de imponer más sanciones a Rusia y apostó por cooperar pese a la historia reciente “marcada por diferencias fundamentales y la desconfianza”. “Pese a nuestras divergencias, construir un muro de silencio no es una opción”, ha dicho Borrell pese a las duras presiones de los países Bálticos y Polonia -que se han mostrado profundamente disgustados por la visita de Borrell a Moscú- y los requerimientos del opositor y su equipo.

El pasado octubre, la UE incluyó en su lista de sancionados a seis altos funcionarios rusos, todos del círculo cercano del presidente ruso en respuesta al envenenamiento de Navalni tras el que se aprecia la mano del Kremlin. Bruselas destacó que el uso de Novichok –una neurotoxina de uso militar fabricada en la URSS— y el hecho de que los servicios secretos rusos siguieran al opositor durante años hace imposible pensar que el Kremlin no estuviera al corriente. Moscú ha negado su participación.

El incidente se suma a años de confrontación y a las sanciones europeas contra Rusia por anexionarse la península ucrania de Crimea en 2014, por apoyar militar y políticamente a los separatistas del Este de Ucrania, y por el caso del envenenamiento del expía ruso Serguéi Skripal en suelo británico, tras el que la inteligencia inglesa identificó a los servicios secretos rusos.

Sobre la posibilidad de nuevas sanciones, Lavrov ha remarcado que Rusia espera que la visita de Borrell y las conversaciones ayuden a construir una “trayectoria más constructiva” pero que Moscú ya se ha acostumbrado a las medidas que carecen “de fundamento legítimo”. “Construimos nuestra vida basándonos en el hecho de que la Unión Europea es un socio poco confiable, al menos en esta etapa”, ha dicho el responsable ruso.

Con gesto serio, en una comparecencia en la que ambos responsables han navegado otros temas –desde Cuba hasta la restauración del turismo y los viajes—, Lavrov se ha referido a la “retórica indecorosa” de la UE en el caso Navani –Bruselas y los líderes de la mayoría de sus Estados miembros han pedido su liberación- y las detenciones de miles de personas en las protestas para exigir la liberación del activista. El titular de Exteriores ruso ha defendido la actuación policial en las marchas, prohibidas por las autoridades, y ha acusado a Estados Unidos y a la UE de echar mano de un “doble rasero” para abordar los abusos policiales.

Para coronar el argumento de que ni Bruselas ni Washington deben dar lecciones sobre la represión de las movilizaciones, Lavrov preparó para Borrell un vídeo que contrasta las acciones policiales en las marchas en Rusia y Occidente, que comentó que aún no lo había visto.

About Author

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE